Otro día que llega a su fin. Un día más cerca del puerto eterno. Nos hemos
dado cuenta de esta verdad?? Estamos preparando la maleta para nuestro viaje?
No debemos vivir los días con una indiferencia pasmosa. Hay que tener los pies
en tierra y la mirada en la eternidad. Se nos va la vida en esto. Cada día qué
pasa es un día menos de vida. Te has dado cuenta que es un día más de
eternidad. No nos dejemos seducir por este mundo. Nada de esto es eterno.
Pasará pronto, y al despertar en la eternidad, que nos espera, si hemos estado
inconscientes de esta gran verdad?? No es eterna nuestra vida en este mundo.
Tarde o temprano nos tenemos que ir. No podemos echar raíces, porque no
pertenecemos a este mundo.
Al fin del día debemos quedar satisfechos de sabernos más cerca de la
eternidad. De veras lo estás?? Y el viaje...cuando? Nadie lo sabe. Lo
importante es estar preparados. No nos descuidemos. No nos dejemos seducir por
el brillo que el mundo posee. Nuestra mirada clavada en Dios. Nuestra vida
cimentada en Dios. Lo demás no tiene importancia. Solo importa caminar con los
nuestros por el camino de santidad, llevando el bagaje de una vida cimentada y
alimentada en Dios.
Porque Dios vale la pena.
La pequeña de Dios
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