Que va a ver guerra.
Que sí. Como te lo digo, ya está la guerra declarada. No me voy a dejar quitar
mi herencia. Mi Padre me regalo esa herencia y no me la voy a dejar robar. ¿Qué
tengo que pelear? Pues sí, ya estoy preparada… me encuentro en el Campo de
Batalla… Vas a ver… llevo todas las armas que Papá me dejo… Estoy dispuesta a
todo…
¿Qué son muchos mis
enemigos? Pues, fíjate que si… desde familiares, amigos, conocidos y sobretodo
el grandulón, engreído, mal oliente, soberbio, mal hablado, perdedor, mentiroso, aguafiestas,
ladrón, que me vigila y ataca sin piedad… desde lo oculto…ataca por la espalda…
viene con disimulo, con cara de bondad, disfrazado de amistad para empujarme en
el precipicio de la desgracia.
¿Pero tú, te imaginas
que sería de mí, si pierdo mi herencia? Cuantas desgracias me vendrían encima.
Cuanta amargura, dolor y desesperación, y lo peor sin poder salir de la situación.
Oh, no… yo voy a luchar
a capa y espada, con mi mejor amigo. Ese que brilla como un Sol, ese que lo ha
dado todo, pero TODO, por mí… Nadie como Él … y lo mejor que me envía a sus soldados
ayudarme. ¿Soldados? Sí, porque Él es, el comandante mayor, Todos están
a su servicio y a sus órdenes. Con Él no me podrán robar mi herencia.
¡Claro! Tengo que estar
vigilante, muy abiertos los ojos y los oídos… y poseer astucia para descubrir a
los malos amigos que vienen detrás de mi herencia… ¡Claro! Necesito ser muy
mansa porque mi Papá siempre me lo ha dicho… “Hija mía, mira que tienes que
cuidarte de las rapiñas que vienen buscando robarte la herencia. Tienes que ser
muy astuta y muy mansa. No te dejes quitar los tesoros que te dejo en herencia.
Te pertenecen por derecho y por mi Voluntad… Mi testamento así lo deja muy
claro expuesto…" No puedo traicionar a mi Padre… tengo que luchar a capa y
espada, no dejándome quitar lo que ha costado sangre… mi herencia… me pertenece…a
precio de sangre se me ha dado…
Es tan hermoso los
regalos y tesoros de mi herencia…, por eso la envidia es tan inmensa que se
escucha rabiar a muerte, el odio se les sale por los ojos… Ah, cuantos celos
indomables, cuanta envidia detestable, cuanto odio vomitado por descubrir que
la herencia me pertenece y será totalmente mía… Las propiedades, las alhajas, los diamantes y
el oro, y tantas cosas más, que es difícil de enumerar… todo me pertenece…
porque mi herencia es la SANTIDAD… regalándome la vida eterna de hermosas
riquezas inimaginables…
Yo nací para el Cielo… y al Cielo regresare… porque mi
Padre es Dios… y su Hijo adorado, mi Jesús es mi Amigo, defensor, abogado y dueño
de mi vida… La guerra está declarada… en el campo de batalla me encuentro… las
armas las que mi Padre me ha concedido… el camino está despejado… la herencia
esta ante mis ojos… Dios me concede el triunfo, porque no soy yo, es Él quien
guerrea con su enemigo mortal y sus instrumentos que utiliza para seducirme y
robarme lo más valioso: mi alma… ¡Bendito sea Dios!!
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Todos estamos llamados
a procurar y defender nuestra herencia divina… Quién no lo haga, vera con
tristeza la pérdida de tiempo y la gran mentira que se ha vivido… Seamos
conscientes y vivamos caminando por el camino de la Santidad… Con Dios todo se
puede y en Dios todo se alcanza…Seamos santos procurando vivir la Voluntad
Divina…
Desde la Soledad del
Sagrario
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