Nada más triste que una
persona que no desea ayuda. Nada más triste y doloroso que una persona
obstinada en seguir el mal camino, el camino de la vida loca.
Nada más triste que una
persona, llena de odio hacia aquellos que solo buscan su liberación, su
felicidad, su regreso al hogar.
Solo queda orar, orar,
orar y esperar. Esperar con confianza la hora de Dios, porque quien ora por una
persona extraviada, Dios siempre escucha y da su toque de gracia en el momento
justo y a la hora justa… Vivamos en la
plena confianza que la oración de corazón, llena de fe viva y de confianza
plena, humildad y pureza exquisita, siempre, siempre es contestada por Dios…
Mater confió y espero la respuesta de una radical conversión, transformación y
santidad en aquellos que viven su vida loca…
La pequeña de Dios
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