Señor, protege a nuestros niños, por favor.

Señor, protege a nuestros niños, por favor.

Mira que los acontecimientos del mundo van en la conquista y destrucción de nuestros niños y jóvenes.

Levántate, con todo tu poder… defiende a nuestras familias. Defiende a nuestros niños y jóvenes.

Mira, Señor, que quieren destruir tus planes con nuestros niños, con nuestras familias. Mira, Señor, que solo Tú, Altísimo y Misericordiosísimo Dios, puedes ayudarnos, en este mundo arropado por las tinieblas del maligno.

Disipa el mal con tu luz divina, arropando a nuestros niños en Tu divina misericordia. Levanta un ejército mariano, de almas orantes, almas que sean de Tu agrado, y sus vidas sean reflejo de Tu luz divina, en medio de estas tinieblas malignas.

Jesús, te entregamos nuestros niños, nuestras familias, nuestra sociedad mundial… Defiéndenos por el honor de Tu Nombre. Defiéndenos con el bálsamo divino de Tu Sangre Preciosa. Defiéndenos una vez más, mi Dios.

Señor, en tus manos quedamos… gracias, gracias, gracias por todo lo que haces por cada uno de nosotros… por tanto Amor y tanta paciencia con el ser humano…

Madre, ayúdanos a ser fieles a Dios, viviendo la conversión de corazón… Gracias, Mater… 

Desde la Soledad del Sagrario