domingo, 28 de diciembre de 2014

…Sacerdote de mi Cristo…es Dios… es Dios…

Santa Imelda,  imagen web
Hay almas que no tienen ningún problema. Hay almas que todo le suena bien, no hay porque complicarse, si es que se puede llamar una complicación.

Pero hay otras almas, pequeñas, pobrísimas, necesitadas de amor, que sienten una necesidad apremiante  de recibir al Amor de los amores de rodillas. ¿Por qué se escandalizan?

Oh, que imprescindible respuesta, para estas almas pequeñas, de responder con veneración, con exquisita reverencia, con detalles de adoración al Amado Divino que se da como manjar sabroso al alma.

Recibirlo de rodillas, con las dos rodillas en el suelo, con las manos unidas, con la mirada perdida en ese pan divino que se hace alimento para el alma.

Recibirlo de rodillas sin prisa, sin apuros, sin molestias… recibirlo con el alma sedienta de amor… recibirlo con el corazón desbordándose en ternura… recibirlo de rodillas, sí de rodillas… Un gesto tan sencillo, tan simple y tan elocuente para Dios… para el alma pequeña…

Sacerdote de mi Cristo, ¿Por qué se extraña tanto? ¿Por qué la prisa? ¿Por qué se niega a contemplar un alma, que desea reverenciar a todo un Dios que se entrega, anonadándose en un pedazo de pan?

El alma pequeña  desea con ardientes e intensos deseos de fuego, arrodillarse ante el Rey de reyes, ante su Dios, recibiéndolo como el alma siente que debe recibirlo… de rodillas… porque es Dios… de rodillas porque es una necesidad apremiante que nace del alma… De rodillas… porque le quema  el deseo de arrodillarse y recibirlo de rodillas, manifestándole todo, en ese humilde gesto… que a Dios tanto le agrada…

¿Por qué te maravillas, Sacerdote de mi Cristo? ¿Por qué te molestas? ¿Por qué no puedes entender y aceptar esta necesidad apremiante, que nace de un alma enamorada que gime de amor, ante un Dios que se da a manos llenas en ese pedacito de pan?

Si los demás quieren recibirle de pie… que lo hagan… pero si las almas pequeñas y pobres quieren recibirlo de rodillas, ¿por qué se les va a negar la oportunidad?

Los ángeles lo adoran de rodillas… las almas pequeñas quieren adorarlo recibiéndolo de rodillas… ¿Quién puede entenderlas??? Solo Dios…solo Dios…


Desde la Soledad del Sagrario

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