imagen de sormaridel... ordenación padre Benjamín... |
Mis pobres y pequeñas palabras expresadas con mucha
caridad y amor… respaldadas por el recuerdo de mi amado Padre Aníbal Reyes
Belén, quien me enseño con su ejemplo, con su vida, lo que significaba ser un
sacerdote al gusto de Dios… Cuando lo conocí mi vida cambio totalmente… El
Padre Aníbal poseía la fuerza del Amor, vivía convencido de Dios, solo buscaba
que todos vivieran una sabrosa e intima amistad, con el Dios Vivo que habita en
el Sagrario. Él me enseño el valor de un sacerdote cuya paternidad espiritual
nos hizo comprender, y saborear a Dios como Padre.
PREÁMBULO:
¿Por qué el Pueblo Judío seguía a Jesús? Por su santidad…
Jesús brillaba en todo lo que hacía, decía; en su silencio elocuente, en su
mirada, en sus gestos, en sus actitudes, en su andar, en todo… Jesús era el
Santo de Dios… el Hijo del Altísimo…
Su presencia atraía poderosamente… su presencia se
imponía… era el Santo en medio de un pueblo de pecadores… era la novedad del
momento… Nadie era como Él… Él había roto los esquemas… era totalmente
diferente…
Jesús funda su Iglesia y deja instituido el Colegio
Apostólico. Deja nombrado su Vicario frente a su Iglesia. Jesús ya no está
visiblemente entre los suyos. Quiere dejarse ver, sentir, escuchar por el
Colegio Apostólicos… por sus obispos, por sus sacerdotes.
Que quien encuentre un sacerdote, mire a un sacerdote,
escuche a un sacerdote, conozca a un sacerdote; se encuentre con Jesús,
descubra la mirada de Jesús, escuche el mensaje de Jesús, conozca el Amor de
Jesús, su ardiente corazon… se haga amigo de Jesús…
¿Cuántos sacerdotes nos han dejado ver, conocer y
escuchar a Jesús a tal punto, que nos hemos convertidos en íntimos amigos de
Jesús?
¿Cuántos sacerdotes no han encaminado a las almas a las
cumbres de la santidad?
Comentario:
[Santa Catalina de Siena dice, porque se lo dijo el
Señor, que la gracia que podemos recibir a través de sus sacerdotes, no depende
de la santidad de ellos. Esto no es un parafraseo, sino mi manera de
explicarlo. (ver el libro del "Diálogo" de Santa Catalina.]
Respuesta:
EL TESTIMONIO DE VIDA CONFIRMA EN LA FE,
ARRASTRA A LAS ALMAS A UNA RADICAL CONVERSIÓN
Que no se nos escape de la memoria y el corazón las
palabras de Jesús… Recordemos que: Jesús nos pide a todos, “sed santos como mi
Padre es santo”, dicho en otra forma, “sed perfectos como mi Padre es
perfecto”. Jesús nos pide la santidad a todos.
Podemos preguntarnos entonces: ¿Pide, Jesús, la santidad
a los sacerdotes? ¿Se puede y quiere Jesús, que el sacerdote sea uno más del
montón? O por el contrario, desea que el sacerdote sea su imagen viviente… sean
ellos el encuentro del Pueblo de Dios con Dios…
Un sacerdote santo se deja hacer en manos divinas, está
conectado directamente con la vía de la voluntad divina. Conoce lo que Dios
quiere, deja que Dios lo utilice a su forma, a su estilo, a su gusto… Le deja
“hacer” a Dios en su vida, y con su persona. Un sacerdote santo es la alegría,
y ¿por qué no?, el orgullo de Jesús… por decirlo de una forma humana en el
hablar.
Ellos nos enseñan a interpretar el Evangelio evitando así
acomodarlo a nuestra mediocridad y a las desviaciones de la cultura. Por
ejemplo, al ver como los santos aman la Eucaristía, a la Virgen y a los pobres,
podemos entender hasta dónde puede llegar el amor en un corazón que se abre a
la gracia.
Es cierto, muy cierto… Dios puede obrar a su gusto, a su
forma, a su estilo… Dios es Dios.
Recordemos que en cuanto se refiere a los sacramentos...
no importa si el sacerdote es santo o pecador, en el momento de celebrar la
santa misa, o de dar la absolución en la confesión, o en la administración de
cualquier otro sacramento...Dios se da plenamente, el sacramento es valido...
porque no depende del sacerdote sino de Dios. El que actúa no es el sacerdote sino Jesús…
Sin embargo, cuando hablamos de la santidad del sacerdote
como modelo, motivación y causa de la conversión del Pueblo de Dios... nos
referimos a que un Sacerdote santo, busca en todo momento la santidad, no solo
la personal sino la de sus feligreses.
Recordemos, que la fuerza de la santidad en el sacerdote
atrae a los feligreses, sacude el alma, les hacer verse interiormente,
reflexionando en su propia conducta, de espaldas a Dios, en la pereza y dejadez
para las cosas de Dios… llevándolos a desear a Dios, provocándoles hambre y sed
divina… y esto es muy agradable a Dios…
Conocemos el mejor ejemplo…el Cura de Arcs y San Pio de
Pietrelcina. Sacerdotes santos que llevaron al Pueblo de Dios hacia Dios. El
Santo Cura de Arcs, penitente, adorador incansable, amante de la oración. Un
sacerdote sumamente dócil en las manos divinas. Con la mirada puesta en Dios,
con el oído puesto en la voluntad divina, con el corazón desbordado por el
amor, porque conoce, ha saboreado el Amor de Dios íntimamente… solo por eso, se
esfuerza y procura rescatar a sus feligreses de la dejadez, del pecado,
devolviéndoles a la vida de la gracia.
Un sacerdote que se sabe instrumento de Dios… dócil en
las manos divinas, procurando la santidad personal… llamando y despertando las
conciencias, enfervorizando los corazones, levantando las voluntades débiles y
enfermizas… logrando hablarle a toda Francia de las cosas de Dios… miles de
conversiones dadas a los pies del confesionario. Miles de conversiones de todos
los grados, de todas las formas, con tan solo encontrarse con el Santo Cura de
Arcs, escucharle hablar, verle orar, adorar… toda Francia se encamina a Arcs en
busca del Santo Cura… porque Dios se deja ver, se deja sentir a través de este
sacerdote tan despreciado, el hazme reír de unos cuantos. Quizás, hoy en día,
exista algunos que lo estimen poca cosa… solo en el cielo descubrirán las
alturas a que ascendió en santidad…
Cuanto bien nos hacen sus escritos, sus homilías, sus
conferencias… aun, hoy en día, leyendo sus escritos sentimos que nos lleva a
Dios con la fuerza del Amor…
Recordemos al Santo Padre Pio Pietrelcina, penitente,
amante del santo rosario, adorador incansable del Dios vivo que habita en el
Sagrario.
Sacerdote que busca en todo momento, llevar las almas a
Dios. Él vivió procurando la santidad personal, esa íntima amistad con el Dios
vivo del Sagrario… Haciéndose dócil en las manos divinas, a tal punto que Dios
le da la gracia de arremeter contra aquellos pecadores endurecidos, dejando
salir palabras fuertes que tocaban, gestos, miradas que socavaban esos
cimientos de la soberbia tan arraigados en ellos, devolviéndoles al
confesionario humillados y arrepentidos. Un sacerdote al gusto divino… que se
dejo moldear por la mano de Dios…
Cuanto disfrutamos de sus biografías y de sus escritos.
Un sacerdote santo, es un sacerdote que ha descubierto a Dios como Amigo, que
vive una intima y sabrosa amistad con Dios… que toma muy en serio a Dios, que
conoce el Amor de Dios y vive solo para Dios y en Dios tiene sus complacencias…
y siente la necesidad apremiante de transmitir esa experiencia divina…a las
almas… Quiere compartir el tesoro inefable que ha encontrado… que sean muchos
los que lleguen a vivir su misma experiencia de Amor… esa es su mayor
felicidad… llevar almas a Dios… llevar a Dios a las almas…
Es un testimonio que posee la unción del Espíritu Santo…
todo en él es fuego… arde en llamas de Amor divino… arde en el celo por las
cosas de Dios, por el celo de las almas… solo vive para Dios y en Dios… Sumamente
caritativo, sumamente bondadoso, sumamente alegre, sumamente dado a la
conquista de las almas devolviéndolas a Dios…
devolviéndoles la alegría de la felicidad que provoca
Dios en las almas.
Dios pide a los sacerdotes que pisen sus huellas, que
caminen por el camino que Jesús les enseño con su ejemplo, con su vida. Jesús
quiere dejarse sentir, ver, conocer a través del corazon y la vida del
sacerdote.
Nos preguntamos si un sacerdote no santo puede llevar al
Pueblo de Dios a encontrarse con Jesús… a desear a Jesús… a pensar en la
existencia de Dios… a buscar vivir al agrado de Dios.
¿Cuántos sacerdotes no santos se han cruzado en nuestras
vidas? Gracias a Dios han sido muy pocos pero ese poco cuánto daño han hecho.
Cuantas formas de querer alejarnos de Dios. Cuantos
consejos que no vienen de Dios. Cuantos ejemplos que nos han dado y nos han
llenado el alma de dudas, de confusión, de temor, de deseos de tomar las
maletas e irnos de la Iglesia, por su mal ejemplo, que nos habla de su
convencimiento que Dios no existe.
Sabemos que un sacerdote no santo, no le interesa para
nada llevar las almas a Dios… ¿Por qué? Por su forma de vivir, por sus
palabras, actitudes, obras que desmerecen a un Dios de Amor.
Un sacerdote alejado de Dios, solo le interesa adquirir
ganancias para él mismo, no para Dios. No cree en la eternidad, sino en el
momento, en el hoy, en el ahora, para vivir aprovechándose de las oportunidades
en beneficio propio.
Dios llama a todos a la santidad. Dios nos quiere
perfectos como Él… nuestro caminar debe ser pisando las huellas de Cristo, debe
ser obedeciendo sus consejos evangélicos… Nuestro caminar debe ser siempre,
siempre del agrado de Dios.
Jesús ha dejado a sus sacerdotes para guiar a las ovejas
de su rebaño; buscar y conquistar las ovejas extraviadas devolviéndolas al
verdadero redil… esto solo lo logran, aquellos sacerdotes que tomando el arado,
sin mirar hacia atrás, siguen avanzando, surcando el terreno de los corazones,
para sembrar en ellos la semilla del Amor de Dios… en sus vidas…
¡Bendito sea Dios!! ¡Bendito sean nuestros sacerdotes!!
Oremos intensamente para que todos los sacerdotes de nuestra Iglesia den la
medida del Amor, en la medida de Jesús… Debemos orar intensamente por la
conversión, transformación y santidad de nuestros sacerdotes…
Desde la Soledad
del Sagrario
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