jueves, 25 de septiembre de 2014



CATOLICISMO TIBIO
(Por el Padre  William   Casey)
Fuente: Revista de Rosario Viviente

“<Conozco bien tus obras, que ni eres frío ni caliente; ¡ojala fueras frío, o caliente! Mas por cuanto eres tibio, y no frio, ni caliente, estoy para vomitarte de mi boca, porque estás diciendo: Yo soy rico, y hacendado, y de nada tengo falta, y no conoces que eres un desdichado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo. Aconséjote que compres de mí el oro  afinado en el fuego, con que te hagas rico, y te vistas de ropas blancas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y unge tus ojos con colirio para que veas. Yo a los que amo, los reprendo y castigo. Arde, pues, en celo, y haz penitencia.” > Libro del Apocalipsis 3L14

Antes de comenzar, déjenme decirles esto. Hoy con la ayuda de la Gracia de Dios voy a tratar de hablar con completa honestidad. A veces, puedo ser un poco doloroso y brutalmente franco. A algunos de ustedes quizá no les guste lo que tengo que decir: ¡NO IMPORTA!  Tiempos duros exigen plática dura y amor duro. Si ofendo a alguien, me disculpo con anticipación, pero hay ciertas cosas que creo deben decirse, cosas que por demasiado tiempo se han callado. A estas alturas siento como que nosotros los sacerdotes no tenemos nada que perder. San Pablo escribió: “Conque por deciros la verdad, ¿me he hecho enemigo vuestro?” (Ga. 4:16)

Yo creo que hay un sentido de urgencia que debe prevalecer entre hombres y mujeres de fe si la Iglesia en este país ha de continuar de una manera efectiva. Si vamos a dar un reverso a este mal, una cosa es de seguro, no va a ser fácil. A menos que hayan estado viviendo en otro planeta este último año, saben que la Iglesia en América ha sido gravemente herida por escándalo. El Arzobispo Fulton Sheen solía comparar la Iglesia al Arca de Noé:
LEVANDO EL REMANENENTE DE LOS FIELES
A LA SALVACION A TRAVES DE LAS
TEMPESTADES DE LA VIDA Y LA CRECIENTE
MAREA DEL MAL EN EL MUNDO.

Con todos esos animales en el Arca de Noé por todo ese tiempo, pueden apostar que a veces el olor estaba fétido. Así es con la Iglesia, las cosas están oliendo muy mal ahorita con la clase de escándalos que apestan. Apenas hay platica de evangelización porque todos están hablando del escándalo. Estos escándalos de la clase más indignante y abominable son perpetrados por almas consagradas que increíblemente los llevaron a cabo con el conocimiento completo de las autoridades de la Iglesia que simplemente escogieron no hacer nada para detenerlo. ¡Dios tenga misericordia de sus almas! La nueva evangelización es parada en seco. Está atascada en el fango de corrupción. En vez de una primavera en la Iglesia, tenemos un frío invierno de incredulidad.

San Pablo dice: “¿Quién cae en pecado que yo no requeme?” Es necesario hacer algo al respecto. Estoy horrorizado por todo, pero no azorado ni sorprendido. Cualquiera que haya sabido algo de lo que ha estado pasando en la Iglesia y los seminarios durante los últimos 30 años pudieron haber visto hace mucho la llegada de este día. ¡Era enteramente predecible! Se me está acabando la paciencia con aquellos que minimizan y trivializan la gravedad, la enormidad y los efectos devastadores de estos escándalos sobre la Iglesia. Algunos responden de una manera negligente diciendo. “Siempre habrá escándalos, oh, bueno, no te preocupes, todo saldrá bien. Todo pasara pronto, Dios lo arreglara. No es gran cosa, seguir como siempre.”

La idea de que no necesitamos hacer nada para corregir esta situación ahorita es abominable. Por favor no me digan que escándalo, corrupción, moral, disidencia y depravación, tienen que seguir como siempre en la Iglesia, la  “Norma” para nosotros los católicos. Si no vamos a hacer nada y aceptamos esto, ¡hay algo mal con nosotros! Permítanme usar esta analogía. Supongan que un día están en el hogar con su familia y de repente los niños entran corriendo a la sala gritando que la casa se está incendiando. ¿Qué harían? ¿Cómo reaccionarían? Se sentaran calmadamente y dirán: “Oh, bueno, siempre ha habido incendios, no se preocupen, alguien lo extinguirá, Dios lo extinguirá a la larga Él solo se extinguirá.”  Es eso lo que dirían? ¿Cuántos de ustedes reaccionarían de esa manera si su casa se estuviera quemando? ¡Amigos la Iglesia es nuestro Hogar espiritual y nuestra Hogar está en peligro! Si Cristo prometió que las puertas del infierno no prevalecerían contra Su Iglesia pero Él no prometió que sobrevivirá aquí. Piensen en todos los países por todo el mundo, todas estas naciones que una vez fueron católicos y ahora, la Verdadera Fe está muerta. Piensen en África del Norte y todos los lugares en Asia Menor donde San Pablo predico; piensen en Escandinavia, piensen en Inglaterra, Escocia, Holanda, Alemania del Norte. No piensen que no puede pasar aquí.  Yo les digo que el Escándalo causa la perdida de almas. Esto es lo peor que puede pasar en el orden de la creación. Nada de los que puedan nombrar en el orden de la creación de Dios puede ser peor que la perdida de almas.



E  destruye la fe de almas débiles,

S    destruye la imagen pública
C    la Iglesia y de los Sacerdotes en particular

   hace la obra de evangelización
N    muy, muy difícil y, en
    muchos casos, imposible

L       es como una bomba de neutro
     nes que explota en la Iglesia   


Con edificios pueden permanecer en pie, las paredes aun erectas, pero hay una contaminación fatal adentro. Por esta razón es que los Santos y Doctores de la Iglesia estaban de total acuerdo que escándalo que envuelve sacerdotes impuros es lo peor que puede pasar en la Iglesia. ¿Qué haría Cristo? El Evangelio nos muestra que nuestro Señor tomo una posición muy, muy dura contra el escándalo. Unas de sus palabras más severas en el Evangelio fueron dirigidas a aquellos que causan escándalo Cristo tomo una posición dura y nosotros también debemos. “Mas quienes escandalizare a uno de estos parvulillos, que creen en Mí, mejor le sería que le colgasen del cuello uno de esas piedras de molino que mueve un asno, y así fuese sumergido en el profundo del mar. ¡Ay del mundo por razón de los escándalos! Porque si bien es forzoso que haya escándalos; sin embargo, ¡ay de aquel hombre que causa el escándalo! Si tu mano a tu pie te es ocasión de escándalo o pecado, córtatelos y arrójalos lejos de ti: pues más te vale entrar en la vida manco o cojo, que con dos manos o pies ser precipitado al fuego eterno. Y si tu ojo es para ti ocasión de escándalo, sácalo y arrójalo lejos de ti: mejor te es entrar en la vida con un solo ojo, que tener dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno.” (Mt. 18:6-9)


Santo Tomás Aquino enseño que los fieles laicos tienen el derecho, el derecho absoluto de esperar y exigir, no solo doctrina solida, sino buen ejemplo de parte del clero y líderes del la Iglesia. Y si no los reciben, también tienen el derecho de ejercer presión para reforma y la remoción de elementos corruptos. Si no hacemos esto, recibimos lo que merecemos.  Dios castigara a los hombres que hacen mal y a los buenos que no hacen nada para detener el mal. Los escándalos, la corrupción la inexorable cobertura en los medios de comunicación y la desgracia pública de la Iglesia, llevan a una purificación. Es un fuego purificador que si Dios quiere, traerá bien pero es mucho más que solo una purificación. Es también un juicio. No es menos que la Mano de Dios sobre la Iglesia en esta parte del mundo por 40 años de infidelidad, corrupción, desobediencia, disidencia, opulencia y, puedo agregar, arrogancia. ¡40 años de catolicismo tibio! Vamos a tener que ser muy cuidadosos, a menos que Dios nos vomite de Su boca. Dios mediante, el daño hecho por los escándalos purificara al clero, los seminarios y las universidades de cierta cantidad de corrupción. La revuelta protestante, la Reforma, tuvo ese tipo de afecto. Los historiadores están de total acuerdo que la primera causa del cisma protestante fue la corrupción del clero católico. El movimiento protestante finalmente forzó al clero católico a reformarse a sí mismos, pero aun así el daño fue hecho. Vivimos con los terribles efectos de la Reforma cada día de nuestras vidas. S. Roberto Bellarmine en el siglo XVI dijo, “La revuelta protestante es un castigo de Dios por los pecados de los sacerdotes”. San Juan Eudes, apóstol de la Sagrada Eucaristía, dijo, “La señal más segura de que Dios está completamente encolerizado con Su pueblo, es cuando le permite caer en las manos de un clero corrupto.”

Mis hermanos y hermanas en Cristo, deben de saber que los sacerdotes que cometen estas abominaciones, y hacen cosas que harían sonrojar a las prostitutas, son hombres que hace mucho tiempo rechazaron el Verdadero Catolicismo. Hace mucho, aceptaron la mentalidad de  la revolución sexual. Faltaron en apegarse a la enseñanza eterna de la Iglesia de la santidad del matrimonio, vida humana y sexualidad. Con el rechazo del 6to y 9no Mandamientos, el rechazo de la castidad, viene la mentalidad de que uno puede simplemente seguir su propia conciencia. Actividad animal es aceptada como normal. La enseñanza eterna de la Iglesia contra el aborto es desechada. Auto satisfacción toma precedente sobre la Ley de Dios, ¡sobre la vida misma! ¿Cuánto hace que oyeron un buen sermón sobre la moral sexual? Muchos obispos y sacerdotes ya no creen en el pecado sexual. La gente está harta del catolicismo tibio diluido. Está cansada del predicar católico superficial, enfadoso, evasivo. Está cansada de ser alimentada doctrina falsa, o ninguna doctrina. Está cansada de la falta de catequesis solida para nuestra juventud. Han tenido bastante de los podridos programas de educación sexual que no hacen nada sino instigar a la juventud a la curiosidad natural y tentarlos a esclarecerlo por experiencia propia.  Esta harta de la falta de enseñanza acerca del pecado, virtud y vicio, los Mandamientos, Confesión, vida de familia y santidad. Está cansada de líderes que no hacen juicios morales públicamente y no levantan y defienden la fe como están obligados por Cristo a hacerlo, que parecen temer el juicio de todo mundo ¡menos de Dios! La autoridad moral es como tejido muscular. El tejido muscular, si nunca se usa, se atrofia y muere. Esta es nuestra condición presente. ¡Nuestra gente está cansada de pastores que parecen proteger a los lobos en vez de las abejas! ¡Han tenido bastante de la papilla modernista! La insensatez de la nueva era les ha sido forzada en lugar de la verdadera Fe. La gente está harta de la superficialidad espiritual de mariposas, estandartes y globos. Han tenido suficiente de los abusos litúrgicos e irreverencia en la Santa Misa.


El Concilio de Trento declara, “Donde hay irreverencia, habrá corrupción.” El escándalo sigue a la corrupción como la noche sigue al día. No hay, ni jamás ha habido, una Nueva Iglesia Americana. Es una farsa y una mentira. ¡Si no le ponemos un fin, Dios lo hará, tarde o temprano, de un modo o de otro! Llámenle como quieran. Viene en muchas formas diferentes, muchos nombres diferentes, en muchos disfraces.

-----------Catolicismo Tibio,
-----------Catolicismo de Cafetería
------------Modernismo Teológico,
------------Catolicismo Liberal Americano,
-------------Racionalismo o Relativismo,

Lo que escojan llamarle, es una enfermedad mortal. ¡Es un Asesino! Finalmente, lleva a la parálisis de fe y a la ruina de almas.

Catolicismo tibio, en todas sus varias formas, puede estar arraigado en muchas cosas: fe débil, perdida de fe, relajamiento moral, pecado habitual, falta de oración, soberbia, prosperidad material, pereza espiritual, absoluta flojera, mundanería, lo que sea, pero su mentalidad parece haber impregnado dondequiera y casi todo en la vida católica de hoy, en un grado u otro. Se ha deslizado en las escuelas católicas, estudios de Biblia, programas de Rica, programas de educación religiosa, Cancillerías y predicación litúrgica. Si reconocen las señales de Catolicismo Tibio, si ven algunos de los síntomas en ustedes mismos o en sus hogares en su familia o en su parroquia, dondequiera que lo vean, por favor, mis hermanos y hermanas en Cristo, ¡la hora ha llegado de a hacer algo al respecto! Hagan cambios en su vida. Reconstruyan su castillo interior con los siete hábitos de santidad. Es un trabajo de por vida  y requiere nuestro esfuerzo determinado y cooperación con la Gracia Santificadora de Dios a través de los Sacramentos. Si hemos de tener salud espiritual robusta. Debemos desarrollar diario estos siete hábitos. El Ofrecimiento Matutino, Lectura Espiritual, El Rosario, Sagrada Comunión, Oración Mental, El Ángelus y Examen de Conciencia diario. Estos siete hábitos deben tomar prioridad en nuestras vidas porque son más importantes que comidas, dormir, trabajo o recreo.


La Iglesia esta mortalmente herida en este país. Amigos, no lo aplacen. No cuenten con otros para hacerlo por ustedes. Nuestro tiempo puede muy bien ser corto. El Obispo Sheen solía decir que antes de que la Mano de Dios baje sobre el mundo, siempre baja sobre la Iglesia. Seguramente, la Mano de Dios está hoy sobre la Iglesia. Lo que le va a pasar al mundo, solo Dios sabe. Me temo que no será bonito. ¿Qué está mal con la Iglesia? Tomemos un espejo y miremos. Cuando lo examinan, nosotros somos lo que está mal con la Iglesia.., Ustedes son los que están mal con la Iglesia. Fracasamos en tomar seriamente el llamado de Dios a santidad de vida. Y, ahora, todos tenemos que encender nuestras velas y dejar de maldecir la obscuridad y debemos tratar de retroceder el mal a nuestro alrededor.  La situación es crítica!  Solo miren a su alrededor. ¿Necesitan más indicio o prueba para convencerlos de que Dios es, en realidad, una prioridad baja en las vidas de la gente, en sus propias vidas y en su familia?

1. Es tu vida diaria caracterizada por pereza espiritual, TV, IPod, computador, adicción a aparatos técnicos, tiempo perdido, tolerancia de pecado habitual?
2. ¿Hay en tu vida una falta de devoción, compromiso con el mundo, silencio en la luz del pecado, error y mal?
3. ¿Hay falta de caridad, lenguaje obsceno y chisme en tu hogar?
4. ¿Tu guardarropa refleja la norma de modestia dada por la Iglesia?
5. ¿Lo mejor de tu tiempo, talentos y energía parecen expandirse siempre en pos de mas dinero, mas posesiones materiales, honores, y reconocimiento?

“Deportes” es uno de los grandes ídolos de los tiempos modernos. En el Antiguo Testamento, Dios castigo a los Israelitas cuando volvieron a los ídolos. Adoraron  a Baal, hoy adoramos al Dios de la Pelota; ¡Beisbol, Futbol, Basquetball, etc…!

Es hora de reconstruir la Iglesia. Que todo hombre y mujer que ama la Iglesia haga todo en el poder para reencender el fuego del Espíritu Santo donde ha sido apagado por el catolicismo tibio. Cristo dijo: “Vine a poner fuego en la tierra, y que he de querer sino que arda.”

¿Van a prender ese fuego? Comiencen por hacer a Cristo una vez más Rey de su hogar. Enseguida, comiencen por restaurar reverencia en nuestras iglesias. ¡Puede Hacerse! No digas que no hay nada que pueden hacer. ¡Pueden aun rezar! Si los sacerdotes no los escuchan, recen, recen, y recen mas ¡para que Dios cambie sus corazones o los quite!  ¡Funciona!!

Si no creemos en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, más vale que cerremos nuestras iglesias y rentemos el espacio. Mucho del experimento litúrgico ha fracasado. No somos más piadosos, no estamos más centrados en Cristo, es más, estamos afrontando una generación de gente joven que grandemente ha perdido su fe porque no les hemos dado el precioso don que es la esencia del catolicismo: la Presencia Real de Cristo en el Santísimo Sacramento.

La Santa Misa se ha convertido simplemente un drama, un vehículo para cualquier agenda corrientemente popular. El edificio de la iglesia ya no es un lugar para encontrarnos con Dios, sino un centro social, no un lugar de oración, más bien un lugar de charla. Hemos perdido el sentido de lo sagrado que siempre ha sido el sello distintivo del culto católico. El comportamiento de muchos en la Iglesia es indignante. Cando la Misa termina es imposible pasar tiempo en oración. El nivel de ruido alcanza un tono que uno esperaría en un evento deportivo. Cristo es olvidado en el Altar, si de verdad, El todavía reside allí. Les estamos enseñando a nuestros hijos, por lo que hacemos y de la manera que nos estamos comportando, que no hay nada especial acerca de la Sagrada Hostia. El  destronamiento del Santísimo Sacramento ha resultado en la entronización del clero. La Misa se ha vuelto centrada en el clero centrada en la gente.

Yo he vivido con catolicismo tibio toda mi vida. Cuando estaba creciendo, no puedo recordar haber oído nunca en Misa o desde el pulpito, algo que me hiciera estar en fuego por mi Fe Católica. No había nada que me hiciera querer amar mas, saber más y rezar más. Me parecía muerta, no obstante era tan rica, tan increíblemente sublime y bella. Muchos de nosotros jamás supimos eso. Siento que fuimos defraudados de la belleza, majestad, la verdad eterna de nuestra Fe y la gloria de nuestro Culto Sagrado. No debemos de repetir los errores del pasado. Ahora es el tiempo de corregirlo.

Dios le dijo al Profeta Jeremías, “Malditos aquellos que ejecutan la obra del Señor desganadamente”. Si dicen que aman a la Iglesia y no se pueden enardecer. Hay algo mal. Quiero pedirles a todos ustedes que hagan todo lo que está en su poder para defenderla.
Levántense, Hablen, Rebélense Contra El Catolicismo Tibio~

San Padre Pio decía, “Se firme en tu resolución, permanece en el barco en el que Cristo te ha puesto. Deja que la tormenta y el huracán vengan. ¡Viva Cristo! No perecerás. ¿Qué hay que temer? Que el mundo se ponga de cabeza. Que todo este en tinieblas, humo y ruido., ¡Dios está con Nosotros!”


“La oración mueve los corazones mucho mejor que las Palabras.  Lo sé por experiencia. ¡La oración es un Arma Invencible!” Santa Teresita, la Florecita

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