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Vivimos un tiempo y nada más. Y ese tiempo que nos regala Dios es para usar
con santa prudencia. Cuantas veces nos
olvidamos que un día que amanece es un día menos de vida…pero ¿hay alguien que
quiera interesarse?
Planes a largo o corto plazo,
ilusiones y sueños por alcanzar, estudio y trabajo… se nos va, poquito a
poquito, la vida y no nos damos cuenta… ¿y quién quiere darse cuenta? ¿Para qué?
Entre alegrías y penas; entre sacrificios y logros; entre satisfacciones y desilusiones
vamos andando forjando el camino que nos lleva de regreso a “casa”… camino que
muchas veces lo vamos recorriendo sin conciencia y sin conocimiento… y el tiempo sigue acortándose…cada
vez más…
Entre más años pasan más ganas de seguir viviendo… más ganas de saborear la
vida que tenemos… más ganas de diversión… la diversión se hace imprescindible,
hay quien solo piensa en el modo de divertirse… risas, copas que suenan, música
estrepitosa de fondo… al aire libre, o encerrados en un local que apenas pueden
verse uno al otro, y para hablar deben gritar porque no se escuchan, o en medio del mar…todo lo que el mundo nos
presenta como diferentes medios que se pueden usar para la recreación… hambre
de gozar…hambre de reír…hambre de diversión… felicidad pasajera que no es ajena
a los frutos para la eternidad.
Hay quien gasta el tiempo en viajar, viajar y conocer culturas, costumbres,
nuevas amistades… se le va la vida viajando… y el tiempo se va acortando… ¿Un
alto? ¿Para qué? Detenerse para pensar en el futuro eterno es impensable... se
oye una voz que va murmurando “aun hay tiempo”… y se sigue gastando el tiempo
que es precioso a los ojos de la eternidad.
La vida es corta, muy corta… sumamente corta… El tiempo es corto… sumamente
corto… ¿que dan 80 años? Nada… cuando se pierde para la eternidad… ¿Que dan 20 años?
Nada… cuando no se tiene conciencia de por qué estás vivo… ¿A quién le
interesa? Hablar de ello, es volverse enemigos… ¿Por qué ahogar la fiesta?, con
lo bien que se pasa perdiendo tiempo sin sentido.
Habrá quien alce su voz argumentando, ¿es que acaso es malo la diversión,
el trabajo, los estudios, la ilusión, los sueños al alcanzar? No, no lo es, cuando hay un sano balance en
nuestras vidas y no un apetito voraz por malgastar el tiempo sin sembrar, para
cosechar frutos para la eternidad.
Decía San Agustín: “ama y haz lo que quieras”… Amar de verdad, no una pasión
enfermiza… amar a Dios, como Dios nos ama… luego hacer lo que quieras porque lo que hagas va a estar impregnado de
Dios… Quien ama a lo Dios vive ganando tiempo para la eternidad. Vive
acumulando riquezas espirituales para la eternidad. Vive con conciencia y conocimiento
de quién es y adonde se dirige…
Hay una vida que se nos va día a día, minuto a minuto… y hay otra vida que
se va acercando cada vez más… sin que lo podamos evitar. Esa otra vida es la
verdadera… es la que perdurara y de ella no se saldrá porque es una vida
eterna. ¿Quién piensa en ella? Solos los pequeños… solo los que han descubierto
que estamos de viaje y la verdadera residencia esta cada vez más cerca… la
verdadera patria se puede ver en el horizonte…con unos buenos lentes bifocales impregnados de fe…
Y los pequeños, los humildes, los puros de corazón, que han descubierto la
realidad y el objetivo de la vida, van ejercitándose con entusiasmo, con constancia
y perseverancia, en los ejercicios que llevan a desarrollar una vida espiritual
intensa, desplegando las alas espirituales a una amistad divina inimaginable…
porque van caminando con paso firme y ligero por el camino de la santidad.
Hay que ganar tiempo… no perderlo…no malgastarlo… hay que ganar tiempo
viviendo esta vida y cultivando nuestra vida interior, la espiritual… pero
cultivarla con las herramientas que nuestra bendita Madre Iglesia nos
proporciona…no nos desviemos con cosas raras que son obstáculos en nuestro
caminar de “regreso a casa”.
Todos estamos llamados a caminar… nadie puede decir “yo no”… todos vamos caminando
hacia la eternidad. Dios nos señala el
camino… de nuestra parte queda seguirle o desviarnos por el camino que nos
aleja de Dios…
En nuestro caminar hay obstáculos que nos desvían la mirada del objetivo…
debemos ser diligentes y seguir la carrera hasta llegar a la meta… el premio es
para todos… unos ganaran más que otros porque se esforzaron mas en el Amor…
otros llegaran casi arrastrados por la debilidad y el poco esfuerzo en la preparación
para la carrera… porque es una carrera contra el tiempo… al final hay unos
brazos, inmensamente abiertos, esperándonos para darnos la bienvenida a esa
vida que se comenzara a vivir para siempre…
Aquellos que se desvíen por el camino errado se encontraran que han
malgastado el tiempo miserablemente y ya es tarde para el arrepentimiento… nada
se puede hacer… somos dueños de nuestras acciones… lo que sembremos en este
tiempo se cosechara en el tiempo eterno para bien o para mal… en nuestras manos
está la decisión…
Mater… ayúdanos a entender, a tener conciencia de nuestra realidad… estamos
de viaje… nuestra patria se acerca a pasos agigantados… en un abrir y cerrar de
ojos nos encontraremos en la eternidad… Mater… ayúdanos a ganar tiempo, a
correr hacia la meta y ganarnos el premio: a Dios… gozarle ya para siempre…
Desde la Soledad del Sagrario
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