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En cada navidad vuelve a darse la triste realidad que Jesús vino a los
suyos y los suyos no le reconocieron.
Cuántas personas embriagadas por las fiestas y no, por la alegría de saber
que todo un Dios quiso nacer como hombre, igual a nosotros, menos en el pecado…
en una familia, en medio de su pueblo… y
los suyos no le reconocen.
Cuántos niños esperando con ansiedad, el 24 de diciembre por los regalos
que traerá San Claus, olvidando al Rey de reyes que nace y trae regalos de
bendiciones para toda la humanidad.
Cuántos regalos se darán en el cumpleaños del Niño Divino y ni una tarjeta
de agradecimiento para Quien es el principal y motivo de celebración.
Cuántos preparativos, compras y más compras y nadie se percata de preparar
su alma para el recibimiento del Niño Dios que desea nacer en el Belén del corazón
de los suyos.
Pero no todo está perdido…hay familias humildes en toda las esferas
sociales, obreros y profesionales, que hacen de la noche de Navidad un hermoso
encuentro de intimidad en el seno del hogar. Donde los niños aprenden el
sentido verdadero de la Navidad acogiendo con esmera caridad y jubilo
desbordante al Niño Dios que ha de nacer no solo en el seno del hogar sino en
el Belén del corazón de pequeños y grandes que componen la familia del Adorado Niño Celestial…
Preparados espiritualmente la fiesta eucarística no se
hace esperar para terminar con la fiesta familiar en la intimidad del hogar…donde
papá, mamá, y los niños, (y si los abuelos están), cantan “Happy Birthday” al Niño
Dios celebrando con gozo y agradecimiento el nacimiento de todo un Dios que ha
querido estar en medio de los suyos como uno más, sin el pecado experimentar.
Viva por siempre nuestro Niño Jesús en cada corazón… que
con gozo y agradecimiento abre sus puertas de par en par… dejándole nacer con el agrado del Padre Celestial…
¡Feliz
Navidad para todos de todo corazón!!
Desde la Soledad del Sagrario
Feliz Navidad!!! Saludos desde Paraguay!!!
ResponderEliminarGracias hijita... FELIZ NAVIDAD... desde Puerto Rico...
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