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Mirándote, adorándote en ese silencio elocuente, mi Jesús Hostia… viene a
mi mente el escribir y explicar por qué escribo en primera persona…”yo”, (muchas
veces, especialmente en oraciones). Que motivación puedo tener que no tilde de
vanagloria ni de soberbia como algunos me han comentado en seria preocupación..pero
para mi asombro y tristeza, muchos se han alejado con una percepción errónea…
Son tiempos difíciles los que nos ha tocado vivir. Donde el mundo busca
afanosamente relajar el espíritu de fe en los creyentes cristianos. Donde el
mundo busca confundir a los cristianos, con los nuevos cambios en la sociedad,
avalados por leyes que atentan contra la sociedad tradicional e histórica.
Tiempos donde surgen diversas doctrinas, superstición, filosofías, sectas, presentadas de forma atrayentes que seducen y confunden, alejando a
los nuestros de la verdadera fe.
En otra perspectiva, se presentan los medios de comunicación avalando el
consumismo, la diversión desenfrenada, modas atrevidas, etcétera… donde los
nuestros se ven atacados por ambientes que relajan, (lo bueno es malo, lo malo
es bueno), apartando las almas de nuestras raíces de fe.
Entiendo que son tiempos donde la fe debe ser vivida esplendorosamente.
Ante la negatividad de tantos católicos de educarse correctamente en nuestra
fe, negándose a leer, a estudiar lo que nuestra Iglesia dice y propone. Cuantos
católicos desconocen lo más básico de nuestra Iglesia. Sin embargo son
seducidos y confundidos con tantas doctrinas que se venden como solución a los
problemas del diario vivir, a respuestas mágicas al vacio interior de las
almas.
Preocupada inmensamente y en mi pequeño deseo de ayudar a los míos, a los católicos
a regresar a las raíces de nuestra fe, a despertar un amor verdadero a que muevan
a los católicos que deseen leer mis pequeñas y pobres palabras…el regreso al
camino de la santidad.
¿Cómo llevar a las almas a buscar a Dios? ¿Cómo llevar a las almas a
dialogar íntimamente con Dios con sencillez, simplicidad y perseverancia? ¿Cómo
llevar a los católicos ante Dios… el Dios vivo… el Dios Amigo… el Dios del
Sagrario? ¿Cómo llevar a las almas a vivir una comunicación diaria con Dios,
con la Mater? ¿Cómo encender el corazón del creyente en una hoguera de amor
hacia Dios Hostia? ¿Cómo hacerles entender que Dios esta accesible, esperando
por cada uno de nosotros?
Ante estas preguntas, vino a mi mente y corazón la idea de escribir en
primera persona “yo”. Dejando a un lado el temor y la timidez de ser tan
abierta, exponiendo mi alma, por el bien de los hermanos, de mis hijos del alma…
de los creyentes…
¿Por qué? Porque cuando escribo: “Jesús, te amo, te amo con locura”… usted
que lee, no va a leer: “Sor Mardel dice “Jesus te amo con locura”… sino que va
a leer haciendo suyas muy suyas estas palabras.
Si escribo: “Jesús tengo sed y hambre de Ti… ven sacia mi sed y hambre con
tu presencia divina”… Ustedes van a leerlo y van a sentir el deseo de decirlo de corazón…
decirlo con verdadera sed y hambre de Dios… Son palabras para hacer pensar a
los creyentes que a Dios se le habla con deseos, con pasión, con amor… como
enamorado a su Amor… como conquistador…
Entiendo que muchas almas sentirán el deseo de despertar a una intima comunicación
con Dios… con la Mater, quizás diferente a lo que se está haciendo de solo
acercarse a Dios para resolver los problemas personales. Enseñarles y provocar
a las almas a acercarse a Dios con suma ternura, con sumo entusiasmo, dejando
que el corazón se desborde en amor hacia Aquel que lo ha dado TODO por cada una
de las almas creadas a semejanza divina.
Cuantas veces, colocándome en las sandalias de un alma sumamente
necesitada, escribo una oración a Jesús para provocar en las almas que viven la
misma situación, la necesidad apremiante de buscar a Dios, de acercarse a Dios
usando mis pobres palabras como modelo… de esta forma pretendo que mis palabras
sean las muletas espirituales que dan pie para seguirle hablando con sus
propias palabras, sentimientos, emociones. Es querer avivar la llamita de fe
que habita en los corazones para que se convierta en un holocausto de Amor por Jesús…
Llevar a las almas a pedirle a Dios que los invade, que los consuma en
amor, a su gusto…solo lo puedo lograr escribiendo en primera persona “yo”. “Señor,
consúmeme en tus llamas de Amor, Señor toma mi corazón sedúcelo, enciéndelo, quémame
en ese fuego divino, porque necesito aprender a amarte y solo lo lograre si Tú
me llenas con Tú Amor…” Al leerlo vas a entrar en esa dinámica de deseos, de
entrega, de suplica de amor…al Dios que te espera con ansias locas…con los
brazos abiertos de par en par…
Pero que sucede con aquellas almas que leen fríamente y solo se fijan en
quien escribe esas palabras… y no se fijan en el contenido de las palabras, en
el mensaje de las palabras. Me parece tristemente, que son personas que se
pierden dejando de ser incapaces de reconocer el verdadero deseo de caridad que
es capaz de morir a la privacidad solo y únicamente para extender la mano como una madre con sus pequeños,
enseñándoles, (y aprendiendo ella misma en esa enseñanza), los primeros pasos
de intimidad en ese dialogo amoroso con Dios.
Escribo para los pequeños para las almas que dicen no saber cómo llegar a
Dios, como hablar con Dios.
Escribo con la única idea y propósito de echar leña, avivando la llamita de
la fe en los corazones de los creyentes.
Escribo para aquellos que están confundidos,[SM1] alejados del Amor de Dios… aquellos que se dicen “desilusionados”
de Dios.
Escribo porque he sentido en mi alma que Dios me lo pide, que la Mater me
llama a hacerlo… no por mi causa, sino por la necesidad de regresar a las almas
al Dios Amigo, al Dios Padre, al Dios que tanto nos ama y que es tan sencillo,
tan simple, accesible a todos.
Les confieso que muchas veces he querido cerrar mi página, grupos en Face,
mis blogs, pues hay muchos con mayor conocimiento y mayor facilidad en tecnología,
facilidad para escribir y llegar a las almas. Pero en el momento que voy a dar
el paso decisivo, Dios me envía su confirmación de que su deseo es que continúe en mi
apostolado cibernético… aunque nada entienda…
¿Cómo Dios me confirma su voluntad? Fácil…
es cuando comienzan a escribirme en mensajes diciendo que mis palabras, mis
mensajes, lo que presento mío o no mío, les ha llevado a regresar a la Iglesia;
que han regresando a los sacramentos; que han iniciado la adoración al Santísimo
y se sienten llenos de alegría, de paz, felices… que han encontrando la forma
de litigar con los problemas de familia con mayor fe y confianza en el poder,
en la ayuda divina. Esas personas hacen que regrese al campo de la evangelización
cibernética… con mayor docilidad a la Voluntad Divina.
Son mensajes del Cielo, no importa mi carencia de conocimiento, mi pobreza
intelectual y espiritual… Dios me quiere aquí… y lo que me falta Dios lo suple
colocando su mano y mirada… haciendo maravillas con tan pobre herramienta.
Gracias Dios mío, todo por Ti… todo por Ti... para Tu Gloria y por el bien
de mis hijos… que son mis hermanos en la fe…
Desde la Soledad del Sagrario
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