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Es
conocido que nuestra Iglesia Católica
posee una liturgia que es universal… no importa si se es hispano, portugués,
chino, alemán, italiano, francés, etc., la liturgia es la misma…
Se puede estar en una misa vietnamita, aunque
no se hable el idioma, porque la liturgia es la misma en todas las Iglesias Católicas
del mundo. Se puede seguir y participar, contestado en el idioma propio, claro
en voz baja, pero se puede hacer. El feligrés no se pierde… sabe muy bien lo
que esta sucediendo en el altar.
Las posturas
del sacerdote durante la misa son de quien se sabe frente a frente al Dios verdadero que
se abaja y se encuentra en sus manos en el misterio inefable de la Eucaristía. Son posturas que hablan del Misterio a
celebrarse. Son posturas de suma delicadeza, ternura, de seriedad, de entrega,
de intimidad con el Dios vivo que tiene en sus manos. Postura que llevan el
sello de lo sagrado del momento.
La vestidura
del sacerdote celebrante debe ser apropiada, limpia, planchada, bien cocida y bordada… de acuerdo al ciclo litúrgico, a la liturgia a celebrarse, con los
colores que son según la Santa Sede.
La vestidura
habla del momento sagrado a celebrarse.
Deja mucho que decir un sacerdote celebrante con un alba corta, con el bordado deshilado, con la casulla desteñida, muy grande, o muy pequeña…
llevada al descuido… Un sacerdote que camina en procesión hacia el altar saludando
a la gente como si estuviera en la plaza mayor…o un sacerdote que va caminando
con desgano… ¿A quién va entusiasmar para vivir la santa misa como se debe y
Dios espera se haga?
¿Pero que está
sucediendo en algunas parroquias que hay
variantes en la liturgia? ¿A qué se debe
el cambio? Ejemplo:
cuando se debe estar de rodillas, se está de pie… cuando se debe estar de pie
se mantienen de rodillas… O algunas de
las contestaciones del pueblo de Dios
son otras.
Antes de la
Santa Misa… en la Iglesia abunda una atmosfera de camadería, unos con otros en
una amena y hasta divertida conversación en alta voz. Se saludan, se mueven de
un banco a otro a saludarse… muy ameno… mucha risa, mucha alegría, mucho… se la están pasando bien… ¿pero Dios?... ¿Qué paso con el saludo y la conversación
con Dios?
Al principio de la Santa Misa, se pide a los fieles que se saluden unos a otros…
O el sacerdote inicia la misa de frente
y de rodilla frente a la mesa del altar…
En el momento
de la preparación para la consagración, el sacerdote toma unas posturas comiquísimas…
se voltea de lado, doblado sobre el misal, mientras levanta el cáliz
extendiendo el brazo hacia la derecha… la consagración es toda una prisa, como
si quemara en las manos y hay que soltarla rápido.
En la hora de la santa comunión, el sacerdote
se sienta y los ministros extraordinarios dan la comunión. O el sacerdote coloca el copón en la mesa del
altar, se sienta y los feligreses suben al altar a tomar la Sagrada Hostia del copón.
Hay una música sacra
que va de acuerdo con la liturgia… Sin embargo se presentan canciones y música que
en vez de llevar el alma a Dios, lo que realmente hace es distanciar el alma de
Dios… tal parece que la Iglesia se convirtió en una pista de baile por las
canciones y la música… y la gente que se pierden más en la música que en el
misterio a vivirse.
Música tan alta que parece que los tímpanos de
los oídos van a estallar… tan alta que las voces se ahogan con el ruido de los
instrumentos…
Pero no salgo
de mi asombro… a la hora de comulgar cuantos no comulgan y salen de la Iglesia…
se van como si la Santa Misa se hubiese terminado. Y el sacerdote no dice nada…nada… nada…
Qué decir de la
vestimenta inapropiada para asistir a un lugar tan sagrado como la Iglesia…
Pueblo de Dios… que gran ignorancia… pero no todo es vuestra culpa… la culpa
mayor la tienen los que están llamados a educar al Pueblo de Dios ensenando que
la Iglesia es “tierra sagrada”… como Dios le dijo a Moisés… “Quítate las
sandalias porque pisas tierra sagrada”. ¿Es acaso que el monte Sinaí era más
sagrado que la Iglesia Católica que tiene día y noche al Dios vivo que habita
en el Sagrario? ¿Cuántas Iglesias ya se
ha entrado en “ropa de playa” y no se les ha llamado la atención?.
Sacerdote de mi
Cristo… sobre sus espaldas caen el peso de las almas que se extravían por
vuestra causa… Sacerdote de mi Cristo ha sido llamado a ser Cristo en estos
tiempos… no un trabajador social, ni uno
que hace reír y sentir bien al pueblo de Dios… No… no es para eso la vocación que Dios le concede…
Usted ha sido llamado a llevar la barca de su parroquia a la orilla de las
playas eternas. Ha sido llamado a hablarle a sus feligreses del peligro de
perder la eternidad… no les hable de un Dios a gusto del pueblo… sino de un
Dios como predico Cristo… un Dios Padre Amoroso, Misericordioso pero sumamente
Justo también… un Dios que pide fidelidad, obediencia ciega a su Santa Palabra,
a su Divina Voluntad.
Sacerdote de mi
Cristo… usted es sacerdote para siempre… por favor no lo olvide… no descuide
los intereses de Dios…
Desde la Soledad del Sagrario
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