martes, 28 de mayo de 2013

Creo… y moriré creyendo…porque Tú, Dios mío, me sostienes…


Creo aunque nada veo.
Creo aunque nada sienta.
Creo aunque nada entienda.
Creo aunque me cueste creer.
Creo aunque todos te nieguen.
Creo a pesar de mis pecados.

Creo y seguiré abrazándome con fuerza a seguir creyendo a pesar de todo y de todos, yo quiero creer con toda mi alma, con todo mí ser, con toda la fuerza que da la fe… 

Creo porque me amas… porque llegaste hasta vivir la pasión más dolorosa inimaginable y cruel por causa mía…

Creo porque Tu Amor por mi te ha llevado a la locura de quedarte como alimento para alimentarme, para saciar mi sed, para fortalecer mi débil voluntad y alma.

Creo porque día a día me esperas con ansias en el Silencio del Sagrario…con derroche de ternura, con ansias locas del enamorado eterno que siempre espera a pesar de todo… que nunca se niega a perdonar  y olvidar con tal que abra mi corazón de par en par dejándote habitar en él a Tú gusto… 

Aunque el mundo me diga que no existes, que es todo una mentira… yo creo firmemente porque Tú, Dios mío, me has mostrado Tu Amor, Tu Bondad y Tu Misericordia…la experiencia intima, personal de un Dios Amigo que se da plenamente a quien quiere creer con la fuerza del Amor…

 

Desde la Soledad del Sagrario

No hay comentarios:

Publicar un comentario