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Vaticano, Sep 15, 2011 / 10:43AM (EWTN Noticias/ACI Prensa)
Al recibir hoy en Castel Gandolfo a los obispos que ha nombrado durante
este año, el Papa Benedicto XVI explicó que los prelados deben acoger los
carismas que el Espíritu Santo suscita para la santificación de la Iglesia y
que ninguno está dispensado de la "referencia y sumisión a los pastores de
la Iglesia".
Antes de entrar en la reflexión de los carismas, el Papa dijo que los
obispos están invitados a "renovar la profesión de vuestra fe sobre la
tumba del Príncipe de los Apóstoles, y vuestra adhesión confiada a Jesucristo
con el impulso de amor del mismo apóstol, intensificando los vínculos de
comunión con el Sucesor de Pedro y con los hermanos obispos".
En el marco del curso promovido por la Congregación de los Obispos, que se
organiza desde hace diez años para reflexionar sobre distintos aspectos del
ministerio episcopal, Benedicto XVI señaló que el obispo "no es un hombre
solo, sino que está insertado en aquel ‘corpus episcoporum’ que se transmite
desde su origen apostólico hasta nuestros días ligándonos a Jesús".
Por ello, animó a los prelados a que vivan cotidianamente la fraternidad
episcopal, para obrar en comunión con el Papa y los hermanos en el episcopado,
"tratando de cultivar, asimismo, la amistad con ellos y con vuestros
sacerdotes".
Sobre la acogida de los carismas que suscita el Espíritu Santo, el Papa
indicó que "los obispos tienen el encargo de vigilar y obrar para que los
bautizados puedan crecer en la gracia y conforme a los carismas que el Espíritu
Santo suscita en sus corazones y en las comunidades".
"El don fundamental que estáis llamados a alimentar en los fieles es
el de la filiación divina, que es participación de cada uno en la comunión
trinitaria. El Bautismo, que constituye a los seres humanos ‘hijos en el Hijo’
y miembros de la Iglesia, es la raíz y la fuente de todos los demás dones
carismáticos".
"Con vuestro ministerio de santificación –prosiguió– educáis a los
fieles a participar cada vez más intensamente en el oficio sacerdotal,
profético y real de Cristo, ayudándolos a edificar la Iglesia según los dones
recibidos de Dios, de forma activa y corresponsable".
"Efectivamente, debemos tener siempre presente que los dones del
Espíritu, ya sean extraordinarios o sencillos y humildes, se dan siempre
gratuitamente para la edificación de todos. El obispo, en cuanto signo visible
de la unidad de su Iglesia particular, tiene el deber de unificar y armonizar
la diversidad carismática en la unidad eclesial, favoreciendo la reciprocidad
entre el sacerdocio jerárquico y el sacerdocio bautismal".
El Santo Padre exhortó a los prelados a "acoger los carismas con
gratitud para la santificación de la Iglesia y la vitalidad del
apostolado", subrayando que "la acogida y la gratitud hacia el
Espíritu Santo son inseparables del discernimiento que es propio de la misión
del obispo, como reafirmó el Concilio Vaticano II, que confió al ministerio
pastoral el juicio sobre el carácter genuino de los carismas y su ejercicio
ordenado, sin extinguir el Espíritu, pero examinando y manteniendo lo que hay
de bueno en ellos".
"Por eso, debe quedar claro que ningún carisma dispensa de la
referencia y la sumisión a los Pastores de la Iglesia", añadió.
El Papa dijo luego que para el ministerio episcopal es necesario
"alimentar con atención la vida espiritual", ya que, como afirma la
exhortación apostólica "Pastores gregis", el obispo "se vuelve
‘padre’ porque es plenamente ‘hijo’ de la Iglesia" y "estos dos
aspectos inseparables lo llaman a crecer como hijo y pastor tras las huellas de
Cristo, de modo que su santidad personal manifieste la santidad objetiva
recibida con la consagración episcopal".
Finalmente Benedicto XVI afirmó que "con la santidad de vuestra vida y
la caridad episcopal seréis ejemplo y ayuda para vuestros sacerdotes, que están
llamados a edificar con vosotros la Comunidad con sus dones, sus carismas y el
testimonio de su vida para que en la comunión la Iglesia dé testimonio de
Jesucristo a fin de que el mundo crea".
Benedicto XVI: carismas al servicio de los obispos
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