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Cuando
guardamos los guantes
Hay un curioso fenómeno que se da en todas las
parroquias,,, hoy quiero darle la importancia que tiene, si es que tiene
alguna...para mí la tiene...
Me refiero a las personas activas en la Iglesia por
tantos años, que han dejado su tiempo, su vida en el terreno del apostolado.
Algo verdaderamente laudable…Cuantos de ellos han trabajado incansablemente
para Gloria de Dios, para el bien de las almas.
Pero de momento han pasado los años… y la nieve de la
ancianidad llega de sorpresa para quien la actividad es parte de su vida.
Es cuando descubren, que aquellos niños que tanto amaban
y ayudaban, hoy son hombres y mujeres con ansias y sed de servir, de hacer, de
ayudar, como en un tiempo ellos hicieron.
La batuta o el timón del apostolado ha sido movida a las
manos de estos jóvenes llenos de vida, con ideas nuevas, estrategias llamativas
y muy acertadas… con talentos que ponen al servicio y que atraen a tantas
almas.
Y esto está bien… muy bien…esto es de Dios… pero por alguna
razón que desconozco, los lideres ancianos se les hace tan difícil aceptar,
reconocer que ya su tiempo paso, y hay
que dejar que la nueva generación tome la batuta del apostolado. Estos se
rebelan… se entristecen… se enferman… increíblemente…
No saben que ahora, ellos pueden tener un apostolado
diferente, pero, quizás de mayor importancia. Apostolado silencioso, que no llama la atención, pero que hace tanto
bien, que glorifica tanto a Dios… que lleva paz, alegría a los hermanos.
Además, pueden tomar la iniciativa de formar un grupo de
ex líderes de la parroquia e ir a visitar y adorar al Santísimo en el Sagrario;
pueden peregrinar, (acompañados o solos), peregrinar la Mater rezando el Santo
Rosario de casa en casa; pueden formar un pequeño grupo de hasta cinco para
orar en sus casas… pueden visitar a los necesitados, solitarios, enfermos de la
parroquia, llevándoles alegría, paz y sosiego. O simplemente convertirse en apóstoles de la oración… ¡Tanto que se puede hacer desde la oración hecha
de corazón!
Claro todo coordinado con el párroco, que debe de estar
al tanto de las cosas que suceden en su parroquia.
Todo en su tiempo… todo en la Voluntad Divina… esa es la
diferencia… Hagamos la Voluntad Divina… todos
debemos mirar las cosas y acontecimientos como es: Jesús es quien lo pide… y la
paz abundara en nuestra alma y en nuestra vida…
Hermanos levantasen… hay cambio de posiciones… hoy les
toca un nuevo apostolado… el apostolado de la oración… enamorarse de este
hermoso apostolado… esto es de Dios… ¡Animarse!!…
Desde la Soledad del Sagrario
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