sábado, 22 de diciembre de 2012

Porque la deferencia la hace el corazón


 
imagen de la web

Cuando el corazón es el que habla…
que deferencia tan grande 

Hoy vengo ante Ti, mi Jesús adorado con una preocupación. No sé cómo empezar.  Jesús, he descubierto lo difícil que se hace a muchas almas hablar directamente contigo.

Por más que busco entender, no puedo entenderlo. ¿Por qué se hace difícil cambiar la mirada colocándola en tu hermoso rostro?

¿Por qué se hace difícil y penoso abrir el corazón y dejar que se derrame en palabras afectivas, en sentimientos tiernos hacia Ti?

¿Por qué hablarles a los demás de Ti, cuando se debe dirigir la mirada, la atención y las palabras solo a Ti?

Ves, amado mío, que no puedo entender que el corazón se vuelva a los demás cuando debe ser solo dirigido a Ti, con el único propósito de hacerte feliz, de sacar una sonrisa de ese rostro hermoso y bello, de ver Tu ternura manifestada en Tu mirada llena de amor y regocijo.

Sin embargo, que deleite descubrir almas tan pequeñas que se desbordan en palabras ricas en afecto, palabras que son como una caricia, que escucharlas nos hace  imaginárnoslas frente a Ti, en un hermoso coloquio,  donde el amor es la fuente que se desborda en atenciones, en afectos, en ternura, en detalles que sé muy bien son de Tu agrado.  Esas almas tan simples, tan  sencillas, tan pequeñas son las locuras de Tu adorado corazón.

Descubrir almas que hablan tan bien de Ti, que te conocen tan  bien, y sin embargo no saben hablarte directamente…como almas enamoradas que saben aprovechar cada momento para llenarte de mimos y caricias, un sincero y agradable “tú a Tú”…entre corazón a Corazón.

Un niño sabe cómo dirigirse a Ti… con la simplicidad y espontaneidad de los corazones limpios y humildes. Saben correr a tus brazos sin importarles quienes los ven.

Saben y gustad de conversar contigo… sin importarles si los escuchan porque  toda su atención está puesta en Ti,  no en los demás.

Es como en tantas  actividades de la Iglesia, en Tus fiestas y solemnidades…  cuantos se desbordan preparando las cosas para agradar a los fieles, pero muchos de ellos  no piensan en hacerlas para agradarte a Ti…no lo puedo entender.  Si agradándote a Ti…repercutirá en los fieles. 

Me preocupa mi Señor, porque mi deseo ardiente es ver las almas, todas a tus pies con la simplicidad de un niño, hablándote como un amigo, como un enamorado, con la sencillez más exquisita, sin rebuscar palabras elevadas, sino dejando el corazón hablar a su gusto… eso, Jesús, no saben dejar que el corazón hable, porque la razón es la que habla… y pienso, que en el Amor, quien mas sabe es el corazón… ¿no crees amado mío?

En el camino de la santidad, el cual debemos todos caminar con paso firme y decidido, pienso que si no dejamos al corazón expresarse a gusto, podemos experimentar retraso en vez de avanzar hacia la meta.

Mas de estas cosas nada se, solo me atrevo a opinar desde mi ignorancia… confiando ciegamente que Tu mi amado, llevaras a todos a vivir la rica experiencia de poderse comunicar contigo a Tu gusto y Tu forma.  Es lo único que deseo con todo el corazón para mí y para todos.

En este nuevo año concédenos la gracia de mayor intimidad contigo, mayor conocimiento de Tu Amor y Tu Bondad.

 

Desde la Soledad del Sagrario

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