lunes, 1 de octubre de 2012

Porque Dios vale la pena

 
 
 

ME SEDUJISTE, SENOR
Y ME DEJE SEDUCIR

 
 
imagen familia Pate
 
 
¿Puede haber mayor felicidad que dejarse seducir por Dios?

¿Puede sentirse plenamente realizado un alma que se niega a dejar a Dios conquistarle?

A veces pienso que facil es para las almas que se dejan tocar, conquistar y seducir por Dios.

Almas pequeñas, almas grandes, almas puras, y aun almas metidas en el pecado que de momento hicieron un alto en sus vidas, miraron, se dejaron mirar por Dios, abrieron la puerta del corazón, una rendija y ahí se coló Dios con todo su Amor.

Recordemos a un Charles de FaucauldMaría Magdalena,  que felicidad inmensa… a reventar… sintieron sus almas  al ser seducidos por Dios… por dejarse seducir por el Amor Eterno…

¿Cómo cambian las vidas? ¡Qué derroche de gozo, de alegría! ¡Qué aventura inimaginable! ¡Qué valor y valentía para dejándolo TODO… se corre a los brazos del Amado!!

imagen de la web
Lo mismo la vocación religiosa… lo mismo la vocación de matrimonio… TODO se deja… TODO lo que estorba para vivir una vida de “cara a Dios”… con sus inminentes consecuencias… pero quien se preocupa de esas menudencias… si el pensar perder a Dios ya en si es un morir en agonía… El alma busca con frenesí a Dios y solo en Dios puede descansar.
 
¡Que vocaciones santas se dan!  Lo mismo en la vida religiosa que en la de matrimonio. Solo basta un ejemplo… una familiar singular… la familia Luis Martin y Celia Guarín… padres de cuatro carmelitas y un salesiana… ellos canonizados como padres santos, y la pequeña canonizada como Teresita de Lisiux… y las otras cuatro en camino a los altares.
 
imagen de la web
 
Ejemplo vivo de lo que significa dejarse seducir por Dios dándolo TODO… porque Dios vale la pena…
 
Desde la Soledad del Sagrario

 
 
 
 
 
 
 
 
 


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