PACIENCIA...PACIENCIA...PACIENCIA...

PACIENCIA…PACIENCIA...PACIENCIA Nace y reside

En la fuente inagotable

Que es el  AMOR…

Amor a Dios… amor a todos…

imagen sor maridel

Mi amada madrecita de 89 años está recibiendo medicamentos por vena, a causa de una infección fuerte causada por una obstrucción de las glándulas salivares. Los medicamentos están haciendo su efecto en la infección pero… madre mía… también está causando efectos secundarios no agradables ni para mami ni para mí.

Hay que ver el cambio que ha sufrido por causa de los medicamentos.  No duerme, ni de día ni de noche… por la noche se la pasa hablando y quiere que este a su lado escuchándola y participando de la conversación.  ¡Madre mía!!… con el sueño que me tumba y mami llamándome porque no tiene sueño, y no me deja acostarme aunque duermo en el mismo cuarto. Pero ahí estamos en la Voluntad Divina, abrazadas tanto mami como yo. Mi madre bonita con el dolor en su rostro porque no es fácil quedarse en cama sin poder levantarse...y el dolor en todo su cuerpo que el minimo movimiento la hace llorar.  

Desorientada, delirando por momentos… se pone seria… muy seria… le va cambiando el rostro… comienza a  regañar  o a mandar porque está rodeada de personas, o de su mascota… y todo en su imaginación.

imagen sor maridel

Recordando a todos los familiares y amistades difuntas… con momentos intensos de miedo, con pequeños gritos y los ojos desorbitados… de momento me mira se sonríe dulcemente y cae en tiempo de nuevo a la realidad.

Cuando no empieza a hablar contando chistes pero que la incoherencia no deja entender… se ríe con mucha dulzura y con la misma dulzura reflejada en su mirada…

No me come… no puede ni siquiera beber agua… El doctor y la esposa vinieron a verla hoy, después de misa,  y mami les dio  las quejas que lleva tres días sin comer y sin dormir, y me miraba como a escondidas, dando a entender que no le estaba dando ni comida ni dejaba dormir… ¡Ay mamita…mi dulce madrecita!!… que actúa como los niños unas veces y otras como los bebes… te amo madre mía... te amo... mi alegría es cuidarte y mis deseos es llenarte de momentos de felicidad y alegría...además tu eres mi Cristo enfermo...

Recordaba a tantos ancianitos que sus hijos se desesperan y pierden la paciencia. No los juzgo… porque solo el amor a Dios… es lo único que nos hace desbordarnos en amor y paciencia con nuestros ancianitos. No es fácil… pero no es imposible… yo siempre me vuelvo hacia mami y le hago un chiste, le hago reír y ya… tensiones relajadas. Mi madrecita sufrió tanto de niña, de adolescente que no quiero que sufra en esta hora final de su vida.

¿Pero cuál es mi alimento diario concede a mi alma la paciencia, el buen humor, y el desbordamiento de caridad? Si, porque por mi misma jamás lo lograría… mi alimento, ese que me sostiene, ese que me llena de paz, ese que me llena de paciencia que brota con facilidad aun en los momentos más tensos y difíciles, es la eucaristía.  Ese tesoro exquisito que hace que yo sea cada vez más delicada y tierna con mi madrecita.

Hace unas 6 o 7 semanas tuve la tristeza de quedarme una semana sin eucaristía… solo los domingos… porque mami la recibe y ahí podía recibirla también.  ¡Oh Dios mío!!… que diferencia… todo en mi se volvió un caos en mi interior… la tensión la sentía como una válvula que iba a estallar… me desesperaba pero eso si me hacia violencia en mi interior para que mami no se diera cuenta… y si el tono de mi voz salía un poco duro volvía hacia mami a abrazarla y pedirle perdón…  

No era yo… languidecía mi alma por la falta de la eucaristía… todo en mi iba descendiendo como si estuviera cayendo y no alcanzara tocar piso. No podía dejar sola a mami para ir a misa por lo malita que estaba, por eso había dejado de ir a misa.  En mi desesperación llame a la secretaria y le suplique que me enviaran un ministro  que me trajera al Señor… el párroco vino en persona a traerme a mi Jesús… llore amargamente… llore de alegría… llore de miedo de perderlo… el párroco me envió un ministro para los sábados, la misa es larga los fines de semana y no puedo dejar a mami sola. ¿Pero los días de semana me quedaban sin el Señor?

Hice un salto mortal de fe y confianza… hable con mami… ella accedió… pero ella olvida con facilidad… hable con mi Jesús  y con la Mater… y en esa confianza ciega me lance a buscar a Jesús todos los días de la semana… en la eucaristía que se da para los que trabajan a las 7am… y quieren iniciar el dia con la Santa Misa. Dejo en manos de Jesús y María a mami en esa media hora o tres cuarto de hora… todos los días de la semana laboral. Mi alimento volvió a devolverme la salud que necesitaba… salud en paciencia, en buen humor, en detalles de caridad para con mi madrecita… volví a ser “yo”… ¿Y mami?  Me voy dejándola dormida… regreso y está profundamente dormida.

Ahora en estos siete días de medicamento por vena, en que esta tan desorientada no la puedo dejar sola… han pasado tres días… faltan solo cuatro… que serán los más largos de mi vida… Dependerá de cómo la vea al levantarme… si Dios me concede la gracia me iré a misa a buscar mi alimento… a mi Jesús… si la veo muy mal porque no ha dormido… entonces llamare a un ministro para que me haga la caridad de traerme a Jesús… de acuerdo con el párroco.

Ay si las almas supieran lo diferente que se vive cuando se tiene a Jesús de alimento todos los días... Que no hay situación ni problema que no se pueda enfrentar con “toneladas” de paciencia, con  paz, con buen humor, con la mente despejada de tensión, y con grandes dosis de compasión y caridad. Almas… almas que se pierden lo mejor y la respuesta a TODO...

Desde la Soledad del Sagrario