¿Apariciones? ¿Videntes? Profecías?

¿Apariciones?  ¿Videntes? Profecías?

Oh, sí vamos  que la Mater se está apareciendo… que hoy va a estar muy bueno…

Anímate… ven…

Basto una llamada telefónica… una noticia… y ya… está decidido.

Hijita que andas alborotada de un lado para otro detrás de apariciones, visiones y profecías. “Que no vayas”… te dicen algunos… “Chica, no seas boba ve que es cierto los acontecimientos que se están dando. Mira que te lo pierdes.”

Otros te llaman y te dicen… “ve y me cuentas para yo ir”.  “No dejes de ir… y si es verdad y te lo pierdes.”

Me llamas para consultar pero ya tienes en tu mente la idea fija de ir… no valen los consejos, vas a ir… iras… y fue… arrastrando con ella sus cuatros hijos… y un esposo que va… pues si va… pero arrastrado también… El no entiende porque hay que ir a ese lugar… ni que buscar ni encontrar en ese sitio… algo no le suena bien… siente que no es correcto ir… pero ahí va toda la familia…

Los niños en su inocencia van entusiasmados por el paseo pues el lugar es bastante lejos.  Todo es entusiasmo en ti… mi pequeña hijita. Me pregunto… ¿qué estas buscando?… o es ¿pura curiosidad?… y claro peligro en ello. Pero… “¿Por qué?... si veo las cosas mal simplemente me voy con mi prole… es que quiero ver… tengo curiosidad es solo eso”.

Llegan al lugar y no es como esperabas. El mayor de tus hijos pregunta “¿Mamá que hacemos aquí? Vámonos” Y eso que tu pequeña es dada a las cosas de Dios… que se goza estar en misa, y participar de todas las actividades de la Iglesia y de la familia en las oraciones en el hogar.

Los niños están a disgusto… no les gusta el lugar… no les gusta el vidente… el ambiente.  Tu esposo se siente incomodo. Para colmo al llegar, un poco distanciado, un señor contando dinero. Le está un poco rara esa estampa que ha descubierto. Pero ahí estas, mi pequeña hijita, mirándolo todo… ¿Qué buscas? ¿Qué esperas encontrar? ¿Qué te falta que vienes de tan lejos a este lugar?

Comienzas a sentirte mal…te duele la cabeza, te sientes rara… ¿será el calor?... sientes que tu alma rechaza este lugar… pero…buscas toda clase de excusas para no aceptar tu gran error de estar ahí… con tus niños… con tu esposo. Tu familia se quiere ir… pero estas clavada en el lugar… no das un paso… sigues mirando… sigues descubriendo cosas raras… pero aun sigues ahí…pensando que no tienes suficiente fe… que dudas… pides perdón a Dios por dudar… ¿y si es cierto, y yo dudo, mi Dios?

Hubo misa… llegaste tarde porque no sabías que había misa… de las personas que regresan de comulgar, una de ellas, con la comunión en la boca te habla invitándote a comulgar… ¿Te escandalizas?

Notas que el sacerdote termina la misa, y rápidamente se va sin hablar ni mirar a nadie… sale como quien quiere correr del lugar…  te preguntas por qué será. Adviertes que no está muy contento de estar ahí… y aun así te quedas…

Notas inmediatamente que llegas que en el ambiente no percibes un ambiente de paz… y sientes que tu paz interior aparentemente se ha ido…quizás porque  sientes que tu alma está dando señales de alerta y no quieres darte cuenta aceptándolo.

Tus niños siguen inquietos, cosa que no sucede en la Santa Misa pues acostumbran a ir, a decir las oraciones aun en latín, cantar y reírse con el padre cuando hace algún comentario chistoso… Niños que gozan de visitar la Iglesia… pero aquí se sienten incómodos, no les gusta… aun el pequeño que llevas en brazos…

Observas que hay personas muy devotas… otras un poco raras… entre ellos una religiosa aparentemente… Inicia el momento donde supuestamente aparece la Mater… el vidente comienza a hablar de lo que escucha… sigues sintiéndote mal… de momento caminas decidida a irte del lugar… aun escuchas a lo lejos al vidente hablando… no te agrado lo que escuchaste… regresas a casa… los niños contentísimos de salir del lugar… tu esposo mas todavía pues no le gusto para nada. El sigue creyendo que no era necesario visitar el lugar… aunque entiende que Dios permite estos encuentros de la Mater con las personas que El libremente escoge.

Sigue en tu mente la lucha mental y espiritual… ¿y si es que no tengo fe y dudo de una verdad? Piensas regresar… y yo te pregunto… ¿a qué?

Los seres humanos nos complicamos la vida cuando la vida es tan sencilla y tan simple. Sin embargo nos gusta complicarla. La curiosidad nos mata… la curiosidad de ver, de oír, de conocer… de confirmar por nosotros mismos… nos lleva tanta veces a exponer nuestra fe… a desviar nuestra atención de lo único que tiene verdadero valor… de la verdadera fuente de la verdad.  Exponer la fe… es exponernos a entrar en confusión y terminar perdiéndola… desviándonos del verdadero redil.

Hoy en día siguen los católicos corriendo detrás de cualquiera que grite “he visto a la Virgen… he visto a Jesús… El… Ella me habla… me dice cosas”… y ahí van como “corredores desbocados sin fijarse en los peligros”.

Hoy en día donde hay tanto fraude… tanta superstición solapada o abiertamente… tantos “síquicos”… tantos espiritistas… tantos y tantos que les gusta buscar adeptos para sus intereses personales. Además de tantas personas con enfermedades mentales que a simple vista no nos damos cuenta y que en su fantasía tejen hermosas o sorprendentes “cuentos”… y hay quien les creen y les siguen… y si se les explica que están equivocados… que hay peligro se molesta y nos retiran la amistad… aun si les damos evidencia que la Iglesia no reconoce las supuestas apariciones o visiones…entonces se alejan de la Iglesia porque el vidente o la vidente tiene la verdad y hay que defenderla a consta de la desobediencia a la Madre Iglesia. Pero… “es que esto es cierto”… “si vieras las cosas que dice”… “si vieras lo bien que me siento”… “si vieras como me ha ayudado”… “es que la Iglesia nunca está de acuerdo, ¿no recuerdas las apariciones grandes de la Iglesia lo que han sufrido?” y ahí vamos exponiendo nuestra fe por seguir a raja tabla la aparición o las visiones de los que dicen tener la verdad y los secretos de las grandes tragedias que nos vienen encima…

Si hijita… la Mater se presenta a las personas que Dios escoge… si  se puede seguir presentando en estos tiempos… más aun con todo lo que está pasando en el mundo, con el peligro eminente del golpe destructivo a la dignidad humana…de la  perdida de la libertad religiosa, de la destrucción de las familias, valores, moral…etc.… pero… no es necesario correr detrás de todas las apariciones, fenómenos con imágenes, visiones y profecías sin ton ni son.

imagen de la web

Sin embargo nadie… NADIE… se detiene a pensar seriamente saboreando esta verdad cotidiana y de gran valor. Dios está realmente presente en nuestra Iglesia por un puro milagro de Misericordia, de Amor, de Fidelidad a las almas que tanto ama Dios.

Dios está realmente presente en el Misterio de la Eucaristía… vive en el Sagrario… accesible a todos… y nadie corre despavoridamente a encontrarse con Dios en verdadero coloquio de amor.

¿Qué buscar fuera de Dios en la Sagrario? ¿Qué necesitas si ahí esta Dios solo para ti… todo oídos, toda atención… con la mirada clavada en ti? ¿Qué buscas fuera del Sagrario… si ahí al lado está la Madre de Dios también… porque donde está su hijo esta Ella… cerca de Él…?

“Oh no… no me entiende,  es que es otra cosa… si… si… yo sé que Dios está en el Sagrario… pero es que las apariciones es algo distinto… ¿y si la veo?...  ¿y si me dice algo a mi?”

 “Oh, no… es que necesito urgentemente ayuda… y ahí hablando con el vidente o la vidente puedo conseguir respuesta y ayuda inmediata del Cielo….” Es que no entiende… es distinto…créame es bien distinto.”

Es distinto… no entiendo… Tienen toda la razón… es distinto y jamás lo entenderé… pero sabes porque no podre jamás entenderlo… Simplemente porque:

Es distinto porque en el Sagrario estoy cara a cara con mi Dios… en una audiencia privada.

Es distinto porque encuentro a Dios en el Sagrario todas las veces que quiera ir.

Es distinto porque con la presencia cercana y viva de Dios en el Sagrario mi vida cambia totalmente… tengo un AMIGO… que se interesa por mí, por mis cosas… un AMIGO… que esta las 24 horas del día para mi… que nunca me dirá “hoy no puedo atenderte”… un AMIGO que tiene realmente el poder, las riquezas y la voluntad de enriquecerme con la verdadera felicidad y libertad del alma…

No… no puedo entender… porque no se trata de entender sino de creer… y yo creo y estoy convencida… y ahí estriba la falta en muchos católicos… que creen que Dios está en el Sagrario… pero no están convencidos de esta verdad… porque quien vive verdaderamente convencido de esta verdad no deja al Dios del Sagrario solo… el que está realmente convencido del Dios del Sagrario necesita verlo, oírlo, visitarlo… estar a su lado, frente a frente… hablarle… contarle… o simplemente quedarse quieto ante su presencia y contemplar… mirar… y dejarse mirar por el Dios del Amor que vive en el Sagrario.

Quien está convencido del Dios del Sagrario no necesita salir corriendo detrás de visiones y profecías… porque su alma está llena de Dios… y con Dios en el alma su pequeño corazón está unido al Corazón Inmaculado como están unidos los Sagrados Corazones de Jesús y María…

Y no es que no crea en las Apariciones de la Mater y en su loable misión en cada una de ellas… he visitado La Basílica de la Guadalupe, Fátima y Lourdes… apariciones que han sido aceptadas por la Iglesia… he visitado Medugorie… aparición que el Santo Padre Juan Pablo II sentía gran ternura por ella… He ido cuando la Mater me abrió las puertas para el viaje… y en cada una de ellas he visto y e palpado la presencia del Dios vivo que habita en el Sagrario… una revolución de amor a Jesús…donde Jesús Hostia está expuesto todo el día para los peregrinos…  donde las personas pasan horas a los pies de Jesús… confesiones a todas horas… donde la presencia de la Madre Iglesia fue y es palpable…

Recordar siempre… siempre hijitos: Mi amada Madre Celestial lleva a los hijos a los brazos de Jesús… esa es su amada misión… y esa es mi verdadera Madre… El sello de confirmación de un lugar de apariciones marianas es la paz que reina en el lugar… que todos se sienten hermanos, unidos en un mismo corazón… que surge en todos el deseo de una reconciliación con Dios a través de la confesión… y un amor siempre creciente… un amor al Dios Hostia… que se intensifica y quema llevando a la persona a una verdadera conversión de vida. Pero sobre todo la Madre de Dios no divide la Iglesia de su Hijo… si no la fortalece enviando a sus videntes a los sacerdotes, al párroco del lugar. Videntes que lleven a actos de desobediencia a nuestra Madre  Iglesia es digno de huir del lugar y de los implicados.

Quiero terminar con una cita bíblica que Jesús nos pide en ello una santa prudencia… <“Entonces, si alguno os dice: “Mirad, el Cristo esta aquí o allí”, no lo creáis. “Porque  surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. ¡Mirad que os lo he predicho!>  San Marcos 13,21-23

Hijitos corred al Sagrario… corred al Sagrario… y vuestras vidas brillaran en el esplendor de la Verdad…

Desde la Soledad del Sagrario