domingo, 3 de enero de 2016

Con mucha caridad difiero y le expongo con sencillez por que difiero.


Comparto con ustedes mi respuesta a un alma muy de Dios, quien ha dejado de ser optimista ante la situación actual en nuestras sociedades. Lo comparto porque quizás a más de uno le puede ayudar. 


imagen web


Con mucha caridad difiero y le expongo con sencillez por que difiero. Con mucha caridad difiero y le expongo con sencillez por que difiero. La virtud de la esperanza jamás se debe perder, pase lo que pase, veamos lo que veamos, vivamos lo que se viva. La esperanza es esperar todo de Dios y en Dios poder caminar con paso, quizás un poco lento, quizás corriendo, firme por el camino de la santidad. 

Es cierto que este mundo está en un caos... Es cierto que se están viendo con horror como los gobiernos luchan e imponen con leyes sacar a Dios de en medio de la vida pública, de la sociedad. Pero Dios es un Dio vivo, es un Dios creador, es un Dios poderoso, es un Dios lleno de bondad y compasión. Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia. Ahí, en medio de tanto caos, se levantan familias humildes de corazón, pobres o ricas, con el santo ideal de la santidad... dándolo todo por el Dios por quien se vive. Ahí, en medio de la corrupción y podredumbre de la inmoralidad, violencia y desenfreno de pasiones desordenadas; se levantan jóvenes y niños con ideales heroicos de pureza y santidad. Ahí donde abunda y sobreabunda la mentira, se levantan matrimonio con ideales heroicos de una vida cimentada en la Verdad Eterna.

Los he visto con mis ojos. Los he conocido en mis viajes... Dios levanta a sus hijos... Dios tiene su ejército que vive el día a día de "cara a Dios". Tenemos el mejor ejemplo en nuestros hermanos perseguidos en Medio Oriente y en tantos lugares. Ellos poseen una esperanza viva que se transmite en una fe inquebrantable y en aumento... Tiene ilusiones, tienen sueños de salir de esta prueba tan dolorosa y vivir su fe con suma libertad... 

Vivir para Dios... es embarcarnos en un viaje donde la fe va en aumento, la caridad va tomando ráfagas de luz envidiables, donde la esperanza se iza como una bandera hermosísima que el viento divino sopla sobre ella. Lo importante es lo que cada uno puede, quiere y debe vivir según la voluntad que se posee. Y la voluntad se puede fortalecer al tener el apoyo de aquellos que viven el día a día de "cara a Dios", el apoyo de quienes son testigos de Cristo, el Dios por quien se vive... Esta es mi pequeña explicación... 

Desde la Soledad del Sagrario



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