domingo, 13 de diciembre de 2015

¿Tenemos necesidad de hablar con Dios?

imagen web

Dios nos llama a hablar con Él. A tener un instante de intimidad con el Dios vivo que habita en el interior del alma… La pregunta que nos hacemos es ¿sabemos orar?, ¿queremos orar?; ¿queremos tener tiempo para charlar con Dios? ¿Tenemos necesidad de hablar con Dios?  Es tan sencillo hablar… ¿Por qué no hacerlo con Dios?? ¿Qué nos lo impide? ¿Acaso nosotros mismos? ¿Acaso la falta de fe? ¿De confianza? ¿De esperanza? Seamos sinceros, busquemos las verdaderas razones para no tener una amigable y sabrosa conversación con Dios.

El poder de la oración es de incalculable valor. Orar es hablar con Dios. Orar es buscar a Dios como amigo. Orar es llenar de consuelo el corazón no solo el nuestro, sino el de Dios. Orar es descubrir un manjar delicioso, sumamente delicioso, de fragante aroma, de delicado y delicioso sabor. Orar es mirarnos en los ojos de Dios. Orar es llenar nuestro vacío interior de la presencia de Dios. Orar es llenar el cántaro de nuestra vida de esperanza, de gozo, de entusiasmo, de vida… vida divina…vida que transmite el caudal de riquezas espirituales, esas que van adornando nuestro caminar con el sello de Dios.


imagen web

Sin embargo que lejos estamos de una íntima, viva amistad con el Dios por quien se vive. ¿Quién tiene la delicadeza de contar con su amistad? ¿Quién tiene el deseo de buscar su consejo? ¿Quién tiene el entusiasmo de madrugar, para encontrarse con el Dios amoroso en la intimidad del aposento, para charlar amistosamente sin prisa? ¿Quién desea entretenerse con el Dios vivo que habita en el interior del alma? ¿Quién corre a buscarlo en el momento del dolor, de la tragedia, de la soledad inesperada, de ese momento confusión…?


Si, orar es el tesoro más inapreciable en estos tiempos… Orar es hablar amistosamente con Dios… seamos delicados a tanto amor de nuestro Creador, de nuestro Redentor, de nuestro Abogado eterno… seamos de Dios… 

Desde la Soledad del Sagrario




No hay comentarios:

Publicar un comentario