Santo, Santo, Santo, Jesús de la
Misericordia
bendice a los pueblos del mundo.
Bendice a todos tus hijos, a los que sufren, a los que lloran sin consuelo,
a los que son atrapados por el vicio, por la trata humana.
Bendice, mi Jesús, con gracias abundantes de misericordia, como lluvia de
bendiciones sobre toda la humanidad.
Mira que Tu Iglesia sufre la persecución más salvaje y despiadada, dígnate,
amado Dios, a levantar tu mano por tus hijos, derramando torrentes de
misericordia sobre todos... victimarios y victimas.
No permitas que nadie se pierda para la eternidad. No permitas que Tu
enemigo ciegue, atrapando en sus redes a los más indefensos, a los
ignorantes, a los que se dejan seducir por las bagatelas de este mundo...
Muéstrate, oh Dios mío, muéstrale a todos Tu Misericordia, regalando a los
pobres moribundos la gracia del arrepentimiento a tiempo... la gracia de almas
amigas se gasten en oración por los pobres pecadores...
Llena el mundo con Tu Santa Misericordia, levantando a tus sacerdotes como
testigos vivos de Tu Misericordia divina.... levantando a las familias
cristianas como escudo de luz en medio de las tinieblas de tanto pecado y
depravación que nos arropan.
Tu Misericordia Divina nos regale una
primavera de niños, jóvenes, familias, consagrados santos, santos, santos para
estos tiempos tan apocalípticos.
Rey Divino… Dios de la Misericordia…
SÁLVANOS… por amor a tu Santa Madre, la Siempre Virgen, la Virgen María…
Desde la Soledad del Sagrario
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