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Evangelizar no es fácil…pero es muy divertido. Oh, sí lo es. Hay que ver los rostros y los
gestos que hacen tantas almas cuando acercándoseles se les invita a leer un
buen libro, a ver un documental, o
simplemente una película que les abrirá de par en par los ojos, donde el
aprendizaje hace mella en el alma, donde el conocimiento adquirido derrumban
tanta ignorancia y temores… y simplemente encontramos una respuesta sosa de
quien no le interesa… o unas palabras como: “yo no tengo tiempo, mi tiempo es
muy limitado”… Y las personas tratan por todo los medios de huir del lado de
quien con tanto entusiasmo y alegría les trae la invitación.
Los pobres se deshacen con tanta facilidad pero no se deshacen de las
cargas que llevan en las espaldas y con una buena lectura su vidas sufrirían un
cambio de 360º. Pero no hay tiempo, no
hay gusto por conocer más de Dios… por vivir una vida a lo Cristo…
Y ahí queda los pobres evangelizadores… que teniendo en sus manos tesoros
de una mina que despierta la inteligencia, que da herramientas para vivir el
camino de la santidad… no se pueda compartir porque no hay tiempo o no hay interés…
son temas que dan sueño… lo curioso es que ni siquiera hay un intento de mirar,
de escuchar, de leer a ver si les interesa o les ayuda.
Solo queda refugiarnos en la oración… pedir por estas almas y por todas las
que la pereza, el sueño, la falta de tiempo son las pesadas cadenas que impiden
aumentar la fe sólidamente bebiendo en el conocimiento de los santos… de la
Iglesia… Si supieran lo amena que son las películas, lo interesante que es la
lectura, lo impactante y lo esperanzador que son los documentales… son medios que motivan y lanzan el alma a
desear vivir santamente… a darlo todo, pero todo por amor a Dios…
Señor… hoy no se pudo… para mañana volver a intentarlo… en algún momento
alguien abrirá la puerta de su voluntad, de su corazon… entonces si… mi Jesús…
iremos con todo entusiasmo a alimentar a las almas con la fe solida, viva y
brillante… de quienes se han adelantado en el camino de la santidad… Mañana, mi
Jesús, mañana volveremos… contigo… de nuevo…
Madre… no nos dejes perder el entusiasmo… no permitas que nos cansemos de
seguir intentando… ayúdanos en las estrategias a utilizarse… ayúdanos con tu
presencia… Gracias, Mater, gracias…
Desde la Soledad del Sagrario
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