jueves, 4 de abril de 2013

Un viaje a las raíces de la fe


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En la tarde del lunes de Pascua, se da la noticia que nos ha sorprendidos a todos, pero a la vez nos ha llenado de mucho consuelo y gran alegría.

En esa tarde nuestro amado Papa Francisco, sorpresivamente, visita privadamente, la tumba de San Pedro…al bajar a las excavaciones de la necrópolis vaticana situada bajo la basílica de San Pedro.

Pero, ¿Por qué nos va a sorprender? ¿Por qué no haberlo hecho antes? ¿Por qué es el Papa Francisco el primero en ir a orar en la tumba de San Pedro, el primer pontifice?

Para mí, el conocer que el Papa Francisco es el primero en visitar ante la tumba de  San Pedro,  es algo insólito, increíble de creer.

Visitar la tumba de San Pedro significa regresar en un viaje en el tiempo a nuestras raíces de fe.

Poder estar de rodillas, orando, dialogando con el primer pontífice, es algo que toca sensiblemente nuestra alma. Mucho más si es el Santo Padre quien lo hace.

Si yo tuviera la oportunidad, la aprovecharía intensamente… no les quede la menor idea. Para mí seria un regalo descomunal… con un derroche de gracias increíbles de parte de Dios…no me queda la menor duda… porque ¿cómo no recibir las gracias que alimentan y aumenta la fe de una hija de la Iglesia que regresa en el tiempo, a encontrarse con el primer pontífice que conoció y convivió con Cristo?… Visitar la tumba de San Pedro es un acto de fe… es un acto que confirma nuestra fe.

El Santo Padre Francisco, sabiamente, ha dirigido sus pasos, su corazón, su oración hacia las raíces de nuestra fe…en ese encuentro íntimo, personal con San Pedro.

¿Qué ha ido a buscar el Papa Francisco en este encuentro con San Pedro? ¿Por qué ir? ¿Qué motivación apremiante tiene? Podríamos preguntarnos… pero hay que saber que el Papa Francisco está tocando la fibra más íntima del corazón de nuestra Iglesia, en cuanto y tanto se refiere a la Jerarquía Eclesiástica, a los cimientos de esa Iglesia Naciente en manos de Jesús.

El Papa Francisco está buscando a San Pedro, como amigo, confidente, abogado, consejero, esta asegurando su misión como pontífice, en momentos tan difíciles y tan inseguros para la Iglesia. Va buscando aprender de San Pedro como guiar con firmeza y sabiduría la barca de la Iglesia.

 Va buscando la bendición de San Pedro. Va buscando la intercesión de San Pedro… ha ido buscando… San Pedro no le va a desilusionar…no le va a fallar… va a estar ayudándole en todo momento… no me queda la menor duda…esta ayuda es  lo que conocemos como la comunión de los Santos…

¿Cómo fue ese encuentro? Nos dicen que el Papa se detuvo en oración silenciosa, en recogimiento profundo y conmovido. ¡Bendito sea Dios!! Cuánto bien para la Iglesia este pequeño y simple acto de nuestro Papa.

Pero el Santo Padre se acerco a las grutas vaticanas… y ahí en las tumbas de los Papas Benedicto XV, Pio XI, Pio XII, Pablo VI, Juan Pablo I., rinde sencillo y conmovido homenaje.

Un día rico espiritualmente para el Santo Padre… por ende para la Iglesia universal… ¡Dios bendiga y proteja al Papa Francisco!! ¡Dios bendiga nuestra Iglesia!!

Desde la Soledad del Sagrario

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