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Contemplando esta
hermosa imagen mi pensamiento vuela y una pregunta quema mi corazón.
¿Qué sucedería si Tú, amado mío, te presentaras ante mi?..., dejándome ver
ese rostro tan amoroso, tan hermoso… Si tu mirada se descubriera a mis ojos… ¿Señor,
que sucedería?
Esa mirada de suplica, esa mirada de amor, esa mirada de fuego, esa mirada
pura, transparente… esa mirada llena de calor humano…calor divino… ¿Señor, que sucedería?
No podría vivir… no podría quedarme en esta tierra… no podría apartarme ya
de Ti… No me imagino, otra cosa que morir… porque el descubrirte es descubrir el
Amor a plenitud… no, no podría vivir… ya sin verte, ya sin disfrutar de esa
mirada, de ese rostro tan elocuente, es como dejar de vivir porque Tú eres la
vida… fuera de Ti… no hay nada… fuera de Ti… no hay nada…
Oh, mi Jesús adorado, el solo pensarlo, se estremece mi alma… el solo imaginarlo,
agoniza mi corazón…
Verte mendigando amor… saberte mendigando amor… es un flagelo para mi alma…
Tu mi Dios, te abajas, hasta el corazón de las almas, mendigando un poco de
amor… Jesús, de mi alma, que mi corazón se enanche, crezca en dimensiones
desconocidas… para amarte por los que no te aman… para saciar tu sed de amor…
Mi Jesús… que ciegos estamos… al no ver con claridad que Tú lo eres todo…
que solo Tú eres el tesoro de incalculable valor, de riquezas inimaginable… Señor, que ciegos estamos… que ciegos, perdona tanta ceguera y tanta locura… que nos aleja cada vez mas de Ti,
amado mío…
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