viernes, 11 de enero de 2013

“NOOO… MATER… JESÚS EN EL PISO”…







Yo soy la culpable

Todo tiene un propósito en la vida, todo lo que Dios permite es para un mayor bien… hay que meditar profundamente cuando nos suceden cosas inimaginables,  que nos causan un dolor inmenso… en un abrir y cerrar de ojos nos vemos impactados por los acontecimientos sean pequeños, sean grandes.  Dios nos conceda sabiduría y un inmenso amor que estalle esplendorosamente en actos de desagravios,  de reparación… con santa humildad y pureza de corazón…al gusto  divino.

Me desperté con la alegría inmensa de asistir a la Santa Misa.  Ilusionada fui  buscando a mi Amado, mi adorado Jesús-Hostia. Estaba sumamente oscura la calle, aun así, me decidí a caminar rezando la coronilla de la Misericordia como preparación a la Santa Misa.

Mientras iba caminando por el lugar más solitario, un carro pasa, de momento se detiene y comienza a regresar, me detengo, apretando fuertemente el rosario entre mis manos. Llega a mi lado, baja el cristal o ventana del auto… y escucho una voz de un hombre que me dice: “Hermanita, yo voy, también, para la misa, quiere subir al auto”… sin pensarlo, me escuche diciéndole: “No gracias, yo sigo rezando y caminando”.  Vi alejarse el auto. En estos tiempos en que vivimos es mejor ser prudente y no lamentarse luego,  de una sorpresa desagradable y lamentable.

Llegue a los predios de la Iglesia, el auto se encontraba ya estacionado. Un señor altísimo bajaba de él.  Seguí caminando hasta entrar a la Iglesia. Hice mi saludo a mi Jesús, con calma, me detuve para  expresarle mi alegría. 

Como llegue temprano, pude adorar a mi Jesús y dialogar con Él.  El sacerdote celebrante llego, se dispuso a prepararse para la celebración… La Santa Misa comenzó.

Todo iba de maravillas, hasta que llego la hora de comulgar.  Diligentemente y con gozo en mi alma me acerque a recibir la Santa Comunión.

Dios mío… ¿qué sucedió? Cuando me arrodillo en el reclinatorio,  y abro mi boca, el padre va a darme a Jesús,  la Sagrada Hostia entra en mi boca, pero inmediatamente otra cae al suelo… La miro, está al frente de mis rodillas, dentro del espacio libre del reclinatorio.

Fue todo tan rápido, el padre pronuncio mi nombre con una expresión de queja.

 Yo estaba asombrada…”No lo puedo creer… mi Jesús en el piso… mi Jesús adorado en el piso y por mi culpa”… Fue cosa de segundos, me doble, la tome y la comulgue… primera vez que comulgo en la mano…ni siquiera me detuve a pensar, si era el padre quien tenía que recogerla… solo sé que me doble la tome y la comulgue… en segundos. 

Regrese a mi banco, con el corazón hecho una llaga de dolor, y con los pensamientos alborotados en mi cabeza…

¿No abrí suficientemente la boca,  no saque mi lengua?… ¿Qué paso?... desde el banco miraba el comulgatorio…habían personas comulgando… cuando se termino y el padre se retiro camino al altar, me levante con una servilleta en mi mano… Me obsesionaba la idea de que Jesús estaba en el piso.  Acercándome al comulgatorio, lo levante con mucho cuidado lo coloque hacia el lado, me arrodille y comencé a limpiar el piso, recogiendo las partículas de la Sagrada Hostia que hubiesen quedado en el suelo.  Luego doble bien la servilleta y la guarde en mi mano apretadamente, que no fuera a caer, ninguna partícula  recogida, de nuevo al suelo.  Regrese a mi lugar, para en actos internos hacer desagravios, pedir perdón con toda mi alma de esta ingratitud, e irreverencia de mi parte a mi adorado Dios. No haber tenido la suficiente prudencia, delicadeza al recibirlo abriendo mi boca lo suficientemente. Pueden imaginar la lluvia de lágrimas que he derramado…

Al llegar a casa coloque la servilleta en un embase de cristal, con suficiente agua… más tarde durante el día,  depositare en una planta con tiesto, el agua y la servilleta…

Hoy viviré mi día reparando mi falta grave de dejar caer a Jesús al piso. Había visto el vídeo “Jesús esta en el piso” hacen meses impresionándome sobremanera, creando conciencia de esta realidad.  Y hoy,  soy yo, la que descuidadamente, lo dejo caer al suelo…

Madre Santísima, no sé porque Dios ha permitido esto… solo te pido que jamás…jamás…JAMAS… vuelva a cometer una falta de amor, de delicadeza, de reverencia con mi Jesús-Hostia. Lléname de los más exquisitos detalles, sentimientos, aptitudes, gestos, para con mi Señor Hostia… que a nadie le suceda… Oh Madrecita… me humillo ante la Divina Majestad de Jesús Eucaristía y pido perdón con toda mi alma… Perdonadme, Amado mío, esta ingratitud… enséñame a comulgar con la debida precaución posible,… Madre mía, no hay consuelo para mi… no lo hay.”

Me viene al pensamiento la patena… es lo que falto y falta.  Su uso en el comulgatorio es para prevenir  que suceda algo así…su ausencia no excusa mi falta de amor.

Desde la Soledad del Sagrario

 
 

11 comentarios:

  1. Vale, pero no tienes que machacarte con el asunto, que fue sin querer...No pasa nada, Jesús Eucaristía, nuestro Señor ve el corazón , y sabe cuánto lo amas...Olvídate del asunto y sigue siendo buena, y vive normal...No me ha ocurrido...Pero recibirlo en la mano tampoco es para lamentarse, la boca y la mano, limpias, o no, es el corazón lo que importa...SI tu corazón está en gracia, da igual recibirlo en la mano, en España lo recibimos en la mano, no pasa nada...Que hay gente escrupulosa que venga, solo en la boca, no seamos tan externalistas...Un saludo y un abrazo. Maria del Carmen.
    Madrid.

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    1. María del Carmen, si Sor Maridel sufre, ella no sufre sola, sufre toda la Iglesia Santa que es fiel a Jesucristo, las cosas no son como usted dice.

      ¡Qué terrible sería ser totalmente insensibles cuando Jesús cae por los suelos! Si creemos que no pasa nada, tenemos el problema de un corazón endurecido, que le da igual que vuelvan a crucificar a Jesucristo, no, no nos da igual.

      Las abundantes lágrimas que derramaron los santos y santas de todos los tiempos, son lágrimas de amor, porque el Amor no es amado. San Francisco de Asís, se quedó ciego de tanto llorar por Cristo, porque él veía que a pesar de todo, no querían amar a Jesús con profundidad de corazón.

      El amor al mundo, a nosotros mismos, nos hacen capaces de comulgar como el mundo enseña, y no Dios, el mundo quiere a toda costa que se reciba, incluso se justifique que no es tan malo recibir a Jesús de pie y en la boca. Jesús dice, que muchos querrán entrar en el Reino de los cielos, pero no podrán. Algunos dirán: "Pero si hemos comido y bebido en tu mesa", y Jesús responderá que no les conoce, y los apartará de Sí para siempre.

      Enamorarnos de Jesús es recibirle arrodillado y en la boca, con verdadera humildad y recogimiento.

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  2. Hijita, ¿no has visto el video que presento? Ábrelo y míralo detenidamente… luego me dices… Para mí… Dios es Dios… y como es Dios TODA la delicadeza, la reverencia, el amor, el honor, la gratitud, que pueda expresarle es poco, es nada. El amor lo exige… son cosas del corazón… no se conforma con menos… para Dios… el mejor de los tratos…

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  3. Dios se complace con usted, Sor Maridel, y la Santísima Madre de Dios.
    No es culpa suya que haya caído al suelo, el Divino Jesús, pero al leer esta historia, me ha costado respirar, porque también siento ese dolor.
    El sacerdote tiene la obligación mandado por la Iglesia Católica de usar la bandeja de la Comunión, no es culpa de usted. A sido un descuido por la desobediencia a las normas de la Iglesia, por parte del sacerdote, y yo respeto a los sacerdotes, pero las cosas como son. La Iglesia que es sabia y Maestra, Educadora, siempre ha mandado y sigue pidiendo la necesidad de la bandeja. Los Papas han insistido en ello, el Santo Padre Benedicto XVI sigue insistiendo.
    La desobediencia ajena no es nuestra desobediencia, pues cada uno carga con lo que hace.

    • «En los trabajos sinodales se ha insistido varias veces en la necesidad de superar cualquier posible separación entre el ars celebrandi, es decir, el arte de celebrar rectamente, y la participación plena, activa y fructuosa de todos los fieles. Efectivamente, el primer modo con el que se favorece la participación del pueblo de Dios en el Rito Sagrado es la adecuada celebración del Rito mismo. El ars celebrandi es la mejor premisa para la actuosa participacio (…). El ars celebrandi proviene de la obediencia fiel a las normas litúrgicas en su plenitud, pues es precisamente este modo de celebrar lo que asegura desde hace dos mil años la vida de fe de todos los creyentes, los cuales están llamados a vivir la celebración como Pueblo de Dios, sacerdocio real, nación santa (…) (Enseñanzas del Papa Benedicto XVI, Sacramento Caritatis, 38. Págs. 1157-1158, Tomo III / 2007. (EDIBESA. Madrid).


    CONGREGACIÓN DEL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
    INSTRUCCIÓN Redemptionis Sacramentum Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar a cerca de la Santísima Eucaristía
    CAPÍTULO IV LA SAGRADA COMUNIÓN
    2. LA DISTRIBUCIÓN DE LA SAGRADA COMUNIÓN.
    • [93.] La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento. (CONGR. CULTO DIVINO Y DISC. SACRAMENTOS, Dubium: Notitiae 35 (1999) pp. 160-161.)

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  4. Yo he sentido gran dolor cuando un sacerdote, o un diácono por no usar la bandeja de la Comunión, termina Jesús por los suelos. Pero no hacen caso a la Iglesia, y nosotros, sin duda oramos por todos los sacerdotes, porque les amamos en Cristo Jesús.

    Por otra parte, Sor Maridel, cuando alguien hable con usted por el camino, no tiene que responder, sino hacer como si no hubiera oído nada, porque el demonio es muy astuto, céntrese en cada instante en Jesús.
    Hace unos años, muy temprano cuando me iba a la Santa Misa, oí que alguien me preguntaba la hora, pero yo no le respondía nada, ni siquiera miré quien podría ser, y como no le respondí, oí al paso que seguía caminando, “así te corten el cuello”, ni caso, sino que me alegré en el Señor por esa amenaza, y continuaba caminando.

    Desde que leí la primera vez lo que dice Jesús:

    • «Y no saludéis a nadie en el camino.» (Lc, 10, 4).

    No hago caso a nadie. Aunque ha habido alguna persona conocida que como no le había visto, me coge del brazo y me para saludarme. Ha habido ocasiones en que otras personas me han parado y saludado, y ni les reconozco, pues tengo presente al Señor, que a Él quiero conocerle y no despistarme, quiero ser conocido por el Altísimo, y esforzarme por ser digno de su Amor y alcanzar la Vida Eterna.


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    Aparte de esto, en España algunos reciben la Sagrada Comunión en la mano y de pie, se imaginan que no pasa nada, pero a cuenta de esto, sí que está pasando cosas muy graves, la indiferencia, el desamor a Cristo.

    Sor Maridel, no es escrúpulo lo que usted tiene, sino un amor profundo por Cristo, esto no lo pueden comprender las personas que comulgan sin las debidas disposiciones del corazón.

    Querida hermana, yo sí he visto el video, y la realidad es terrible, pero cuando no se ama a Cristo, tratan de justificar que se puede recibir de pie y en la mano, pero esto es una disposición que no es inspirado por el Espíritu Santo.

    Aquellas almas que reciben con verdadera devoción, de rodillas y en la boca tienen más facilidad para vencer todas las tentaciones, porque el Señor está en su corazón, en su alma, es templo vivo de lÁa Santísima Trinidad.

    Como le he dicho al principio, la Santísima Trinidad se complace en usted, y en casos como este no está sola, muchos estamos con los mismos sentimientos de amor a Cristo y a la Santa Obediencia a la Iglesia Católica.

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    1. Gracias...gracias...gracias por sus palabras...me conceden alivio, pero también, mayor deseo de seguir orando por los sacerdotes.
      Gracias por la información que me suministra…para mi es valiosa…
      Gracias de todo corazón.

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  5. Vamos a ver, he visto el vídeo, y con mucho cariño, os digo que entiendo...Hay que ser cuidadosos que hay partículas en las manos, pero no siempre se puede comulgar en la boca y de rodillas, por tiempo, las filas, y demás...Y eso no es faltarle a DIOS, si en mi vida lo alabo, no le falto, por no recibirlo en la boca, mi mano y mi boca son yo misma...
    Lo importante es el corazón, qué es más limpia la boca??? con la que a veces decimos cosas horribles, o la mano??? Por favor, reconozco a mi Señor Eucaristía, lo amo...Pero no me siento terrible por comulgar en la mano. La paz con vosotros .

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    1. Mari Carmen, cuando se ama al Señor si se puede comulgar en la boca y de rodillas, ¿qué es lo que lo impide?.

      También es cierto que a personas se les ha facilitado comulgatorios, pero tanto es la costumbre desordenada, que no se arrodillan ante Cristo para comulgar dignamente.

      Es verdad que la tibieza, el desamor a Cristo, hace perder el Amor a Dios, y, según que momentos, también ha llegado el sentido grave del pecado. Hoy mismo, he visto una persona que se arrodilló al comulgar, y en la calle encendió un cigarro. La disposición por comulgar debe ser sincera y humilde, no porque me vea arrodillarme a mí, lo haga también, cuando debe ser desde un profundo y verdadero amor a Dios. Y eso que yo no fumo, aquel hombre hizo bien en arrodillarse ante Dios, pero se equivocó luego al encender el cigarro para fumar.

      Con esto quiero decir, que cuando recibimos a Jesús de rodilla y en la boca, es una gran ventaja contra los males del tentador. El alma recibe más fortaleza para vencerse así mismo. Aquel fumador no se sentía "terrible", que lo mismo recibe a Jesús que luego la corrupción del tabaquismo, un vicio por lo que mucho no se sienten culpables.

      Pero hemos de orar, suplicar al Señor que nos ayude a amarle sinceramente, no según nuestra medida, sino a la medida del Corazón de Jesús, como hizo la Santísima Madre de Dios, ¡cuánto dolor padeció por su Divino Hijo y Señor Nuestro.

      El mundo nos hace insensibles al Amor de Dios, y esto es un problema para vivir en conformidad con la Voluntad de Dios.

      Hay personas que cometen cosas terribles y se creen que son inocentes, porque no saben amar a Jesús.

      Precisamente es eso, que lo importante es la disposición del corazón, pero es que esta disposición nos lleva a comulgar de rodillas y en la boca como se viene insistiendo, y no hay que engañarse ni que el demonio nos engañe haciéndonos creer que no se debe tratar con amor verdadero, puro, respeto a Cristo. Si tienes el corazón limpio, no lo tomarás con la mano, que ni siquiera se consideraba San Juan Bautista de desatar las sandalias de nuestro Señor Jesucristo, y que aquel centurión "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa..."; ¿Tan por encima de los santos están los comulgantes que quieren hacer lo que les de la gana? La soberbia no es camino para la santidad. No olvidemos que el demonio también engaño a nuestros primeros padres Adan y Eva, convenciéndoles de una mentira, el demonio de otra forma sigue haciendo de las suyas, porque no ama ni quiere que Dios tenga verdaderos adoradores.

      El Amor a Dios nos anima a que comulguemos de rodillas y en la boca, porque creo entender, que al enemigo de las almas le duele que nos arrodillemos ante el Rey de reyes. Cristo nos ama, y cualquier sacrificio por su amor se convierte en dulzura, pero si no tenemos amor a Dios, llegeramos a perder la fe.

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    2. Clarísimo... A sus palabras quiero añadir las pobrecillas mis...el alma me lo pide... es un extracto de lo que escribí en un comentario en face.

      El humilde no tiene problema alguno… tenemos que ser sumamente humildes… pedirle a Dios la verdadera y santa humildad de corazón.

      El corazón del humilde reconoce que es nada y Dios lo es todo… el humilde reconoce Majestad, divinidad y Poder de Dios… se arrodilla ante tanta Gloria Divina. El humilde no ve obstáculos para arrodillarse ante Dios… El alma de oración, de fe… reconoce a Dios en la Eucaristía… sabe que es un dogma de Fe… el mismo Cristo lo dijo: “Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre”.

      La Eucaristía es Dios…No hay un santo en la historia de la Iglesia que no se haya arrodillado ante Dios Eucaristía… El mejor ejemplo lo tenemos en Juan Pablo II, anciano, enfermo, incapacitado físicamente para moverse… y estaba horas de rodillas ante el Dulce Huésped del Sagrario…

      ¿Cuál postura asumiría Cristo cuando pasaba toda una noche orando al Padre Dios? Él que en todo momento nos daba lecciones de cómo debíamos actuar con el Padre.

      Si soy un alma humilde, un alma de fe, un alma de oración verdadera, un alma llena de amor… INSTINTIVAMENTE devotamente me postro ante la presencia divina.

      Si soy un alma soberbia, egoísta, orgullosa, altanera, JAMAS me postrare ante Dios y buscare todos los argumentos que puedan existir para negarle a Dios el reconocimiento de que EL ES EL QUE ES…Y YO SOY LA QUE NO SOY…

      ¿En cuál bando estamos?

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  6. Señor, mi dulce Jesús, concédeme la Gracia de tener este amor a Ti, como la tienen tantas almas entregadas a la Voluntad adorable de Dios. Perdóname, Señor, por tanta indiferencia y desamor cuando comulgo, tanta frialdad. Ten piedad de mí.

    Yo sé, Señor, que cuando un alma ve que caes al suelo, la recoge con tanto amor y la deposita en un lugar digno y reverente.

    Sabes, Señor aquella ve, que alguien dejó tu Sagrado Cuerpo roto debajo de aquel asiento, en el suelo, pues Tú sabrás el porqué me hiciste ver donde estabas, te recogí del suelo y te coloqué en la repisa del Sagrario, con amor, y luego busqué al sacerdote, pero no estaba, en la mañana siguiente, todavías estabas en la repisa, pero vino el sacerdote y te recibió en su corazón, te suplico, Señor, que le llenes de todas tus bendiciones, y santifícale.

    O como aquella otra vez, que alguien dejó caer al suelo, una parte grandecita de la Sagrada Comunión, pude decírselo al sacerdote, pero él me respondió, que lo cogiera yo mismo y me lo tomara, me arrodillé, y así lo hice, ya había terminado la Santa Misa, y la mayoría de la gente ya se habían marchado, yo me había quedado allí hasta haber solucionado, y aquella mañana comulgué dos veces. Y yo soy el más indigno de los pecadores.

    Que triste para el alma cuando se despreocupa de todo lo que te sucedan y de cómo te maltratan.

    Perdón, Señor Dios mío, mi Salvador, mi adorable Redentor, perdóname por tantas veces que te he traicionado con mis pecados, con mis despreciables perezas, soberbia, la perversidad que hay dentro de mí, te pido perdón, y no quiero volver a traicionarte.

    Purifica mi vida, hazme como a Ti te agrada, mi Dios y Señor Jesucristo.

    Oh, Santísima Madre de Dios, tanto sufriste al ver a tu Divino Hijo Jesús de camino al Calvario, fui yo el verdadero culpable, el peso de mis pecados, de mis repugnantes vicios, y es que no tengo excusa, pero eres Madre tierna y compasiba, Llena de Gracia, que tuviste piedad de mí, a pesar de mis ofensas contra Jesús, Él te envió para que me salvaras, Gracias, Madre del Amor Hermoso.

    Concédenos la Gracia de la Perseverancia Final.

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    1. AMEN...AMEN...AMEN...Esta hermosa oración que sale de un corazon puro, noble y humilde, la voy a compartir en el evento que abrí en Face de “Adoradores Reparadores del Santísimo Sacramento del Altar”.
      Gracias infinitas… nos encontramos en la Soledad del Sagrario y en la Eucaristía… ¡VIVA NUESTRO REY EUCARISTICO!!

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