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Si quieres ser verdaderamente humilde como Dios quiere simplemente deséalo con todo el Corazón y haz esta oración con todo el Corazón muchas veces al día. Los resultados no se harán esperar… pues Dios te ayudara.
LETANÍAS DE LA HUMILDAD
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Jesús, dulce y humilde de corazón, oídnos
Jesús, dulce y humilde corazón, escuchadnos
Del deseo de ser estimado, ¡líbrame Señor!
Del deseo de ser amado, ¡líbrame, Señor!
Del deseo de ser buscado, ¡líbrame Señor!
Del deseo de ser alabado, ¡líbrame Señor!
Del deseo de ser honrado, líbrame Señor
Del deseo de ser preferido, ¡líbrame, Señor!
Del deseo de ser consultado, ¡líbrame, Señor!
Del deseo de ser aprobado, ¡líbrame, Señor!
Del deseo de ser halagado, ¡líbrame, Señor!
Del temor de ser humillado, ¡líbrame, Señor!
Del temor de ser despreciado, ¡líbrame Señor!
Del temor de ser rechazado, ¡líbrame, Señor!
Del temor de ser calumniado, ¡líbrame, Señor!
Del temor de ser olvidado, ¡líbrame, Señor!
Del temor de ser ridiculizado, ¡líbrame Señor!
Del temor de ser burlado, ¡líbrame Señor!
Del temor de ser injuriado, ¡líbrame, Señor!
¡Oh María! Madre de los humildes, rogad por mi.
San José, protector del as almas perdidas, rogad por mi.
San Miguel, que fuiste el primero en abatir el orgullo rogad por mi.
Oración:
¡Oh Jesús, cuya primera enseñanza ha sido esta: “aprended de mi, que soy manso y humilde”, enseñadme a ser humilde de corazón como Vos”.
Fuente: El Valor de los defectos ajenos; Autor: Juan Marques Surinach
Desde la Soledad del Sagrario
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