domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Está aquí? ¿Dónde?



DIOS ESTA AQUI

VENID A VERLO… A ESCUCHARLO

imagen de sormaridel
Es tarde, con paso diligente subía, entre risas y comentarios…con una de mis  hijas espirituales que había llegado de Estados Unidos…,  subíamos apresuradamente  el largo camino del Santuario,  no quería llegar tarde a la cita con mi amado Jesús Eucaristía y mi amantísima Mater. Sentía y sabía en mi corazón  que ellos me esperaban con ilusión…para la Hora de la Misericordia…

Al llegar al Santuario veo con alegría que habían muchas personas… justo en los primeros bancos varios jóvenes con sus líderes cantando y orando en voz alta… hermosísimo. 

 ¡Ah, qué bien se está en el Santuario!…lleno de paz, de una cálida acogida…Dios está aquí… su presencia se palpa en ese hermoso silencio elocuente, en esa paz que enternece el alma… en esa ternura que es un derroche de su infinito Amor y que hace que todos sientan un placer, un gusto por quedarse ahí… quietos contemplando y gustando de Dios Hostia… Si las almas supieran… si las almas se dejaran asombrar por las riquezas de la presencia divina y la presencia amorosa de la Mater en un lugar tan pequeño y tan cálidamente celestial como el Santuario de Shoenstatt.

Entramos, ya ubicadas en uno de los espacios libres, arrodilladas ante el Rey amoroso, tierno y divino, con mi corazón lleno de gratitud y rebozando de santa alegría me dispuse a iniciar nuestro tierno dialogo de corazón a corazón; a penas eran las 2:30 de la tarde.

Un joven adulto con guitarra en mano cantaba con la alegría de quien se sabe amado por Dios, se adivinaba que el corazón se le iba en las palabras y en la melodía…daba gusto escucharlo.

Luego de unos minutos saboreados entre los cantos y oraciones de los jóvenes presentes, uno de sus líderes adultos, nos invito a unirnos a ellos en oración, tomándonos de las manos…como despedida pues ya se retiraban del Santuario… mi interior se estremeció… “noooo Señor… ¿Cómo va a hacer?”. Mi respuesta no se hizo esperar… luego de una rápida mirada a Jesús…les hice una invitación al santo rosario de la Misericordia que iba a iniciarse prontamente. Ellos accedieron a quedarse Quede tranquila aunque muy dentro de mi alma seguía una pequeñísima intranquilidad… mientras dialogaba con mi Jesús… le decía que no podía quedarme así… tenía que hacer algo…sentía… apremiantemente… que tenía que colocarlos en sus manos divinas…no, no podía dejarlos salir del Santuario así…

Faltaban escasos minutos para la hora de la Misericordia…me lance con todo mi corazón siguiendo el impulso del amor. En voz alta les pedí su atención, inmediatamente se voltearon hacia mí… ¡oh no! esa no era la idea!!... les pedí que miraran a Jesús mientras me escuchaban…girando sus cabezas elevaron su mirada hacia Jesús Hostia… pero sentía que les faltaba un poquito más de fe…no, no estaban realmente convencidos que Dios estaba frente a ellos como para desbordarse hacia Dios. ¿Por qué imaginaba esto? No lo sé… lo sentía y quería hacer algo… miraba a Jesús y los miraba a ellos… el tiempo corría… y era urgente, apremiante actuar…me lance sin dejar de mirar a Jesús Hostia…

Más o menos mis palabras fueron: “Ustedes han venido buscando a Jesús y a la Mater, han venido a encontrarse con ellos… Dios está aquí, es un Dios vivo, un Dios realmente presente…” Les hable de la experiencia vivida hacían dos semanas donde un sábado, un matrimonio y luego el domingo dos jóvenes,  los encontré en el Santuario llorando muy emocionados, todos  venían a darle gracias a Jesús y a la Mater por el milagro que les había concedido. Por sus lágrimas entendía que el milagro había sido una respuesta a algo grande, muy importante para ellos. (Me había enterado ante la invitación que les hice de acompañarme en la Coronilla de la Misericordia, ellos me indicaron las razones de su presencia y de sus lágrimas.)

Con este ejemplo les indique que iba a quitar la soga que impedía subir al altar, les invite a subir a la hora de la misericordia, de rodillas frente a Jesús Hostia, mirándolo a los ojos les hablaran con el corazón. Si no tenían necesidad de pedirle algo para ellos, recordaran a algún familiar, amigo o conocido que si necesitaba urgentemente recibir un milagro de amor,  Era una oportunidad preciosa no la desaprovecharan. Pero eso si, les indique que pasaran al altar solo aquellos que sintieran el deseo de hacerlo, si nadie deseaba no había problemas, pues les estaba haciendo solo una invitación, eran libres de aceptarla o rechazarla.

Mirando a mi adorado Jesús, de corazón a corazón mis pobres palabras fueron…”Señor los coloco en las manos inmaculadas, son todos tuyos… yo hago mi pequeñísima parte… a Ti, mi amado Jesús, te toca el resto…solo te pido no los dejes salir como entraron”. Confié ciegamente que la Mater se encargaría de todo…mis torpezas las envolvería en su delicadeza y ternura…no había que temer ella se encargaría de todo y Jesús haría su parte a su gusto…

La Mater sabía que mi ardiente deseo era convencerlos del hecho transcendental para sus vidas…que Dios está ahí presente real y verdaderamente… que los estaba mirando y escuchando,.. Hacerles consiente que había que aprovechar el momento. No quería que salieran si haber recibido la gracia de mirar a Jesús a los ojos y hablarles con el corazón… algo que era imposible para mí de lograr… pero no para la Mater…mi amada Madrecita Celestial…

imagen de sormaridel
El celular dio la alarma de las 3 de la tarde. Mientras decía en voz alta en el Nombre del Padre, del Hijo y del E.S., camine hacia el altar, quite la soga… ¡oh hermosa sorpresa!! Jóvenes y líderes subieron apresuradamente al altar, eran cuatro jóvenes y tres adultos, todos de rodillas contemplando a Jesús Hostia, mientras rezábamos el santo rosario… “la Coronilla de la Misericordia”… las demás personas que habían en el Santuario adorando se unían en una sola voz y un solo corazón… se sentia un ambiente muy acogedor y una paz irresistible.

Al terminar la Coronilla, bajaron lentamente del altar. Para mi sorpresa una de las jóvenes estaba bañada en lágrimas. Uno a uno regresó a sus asientos. Era como si necesitaran unos minutos ante el momento vivido… para tomar fuerzas y así poder emprender el regreso a sus casas.

La joven seguía llorando, luego de unos minutos, más calmada fueron retirándose uno a uno, no sin hacer una reverencia a mi amado Jesús…

No les niego que estaba gozosa por el simple hecho de que Jesús tuvo su oportunidad de tenerlos tan cerca… de que ellos fueron muy dóciles a la invitación…

imagen de sormaridel
Mater gracias… mi Jesús gracias… porque sé que no salieron del Santuario como entraron… gracias por la oportunidad que me concedieron de poder llevarlos ante su presencia… ¡Oh mi Jesús!!...qué alegría te habrán causado estos jóvenes y sus líderes. Me regocijo en Ti… en Tu Amor y en Tu Misericordia…Gracias Mater por tomar en tus manos cada joven y presentarlo a tu Hijos adorado, mi Jesús, dejándolos en las manos y en el Corazón de Jesús.

Hijitos… ¡qué bueno es Dios...y la Mater! que bueno es contar para todo con ella, con la Mater todo sale al gusto de Dios…  

Desde el Silencio del Sagrario

Porque el amor exige una entrega completa... un dejarse hacer en manos divina... Hijitos... lo más importante en esta vida es EL...ayudamos a nuestra familia llevando a los nuestros a amarlo, conocerlo y vivirlo íntimamente... no hay herencia como esta... no existe la felicidad fuera de aquí… el dulce Huésped del Sagrario es  nuestra única y verdadera felicidad…

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