Solo por hoy, Señor Jesús, déjame soñar…

MI IMAGINACIÓN SE AGITA Y COMIENZO A PENSAR

EN TI, MI SEÑOR, Y EN LAS ALMAS

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Hoy en tenido un pensamiento fijo… mi imaginación esta trabajando a todo dar… y es que anoche estaba mirando los vídeos de canciones ante el Santísimo, y los vídeos de Hora Santa, fue tan exquisito los sentimientos que afloraron en mí... ver a mi Jesús buscado, encontrado por tantos, jóvenes y adultos… ver a las personas mostrando posturas que hablan de amor, de convencimiento  de que Dios está realmente presente… de ese pedacito de pan aparentemente, que nuestra mirada logra ver… es verdaderamente Jesús, que en un loco arrebato de amor decidió quedarse en medio de su pueblo… siendo accesible y convirtiéndose en alimento y bebida para fortalecer y sanar a las almas.

Las canciones se viven intensamente ante la presencia divina… ¡Ay!!, qué pena que yo no canto… que cosas no haría si Dios me hubiera regalo talento para cantar… pero para cantar como los Ángeles… cantarle a El… a los pies del Sagrario… creo que no dejaría a nadie orar porque estaría todo el tiempo dejando el corazón cantar al Dios del Amor..

Y en ahí mi imaginación corriendo desenfrenadamente. Imaginarme por un instante, por un segundo en las sandalias del sacerdote de Cristo… ¿Qué cosas yo haría? 

Sacaría a Jesús del Sagrario en caminata… lo llevaría por los hogares de la parroquia… haría fiestas… un banquete espiritual… donde las familias del área prepararan ellas mismas el lugar donde Jesús posaría sus pies desde la Custodia… levantarle un altar sencillo, pero hermoso, con flores, manteles, con todo lo que el Espíritu Santo les inspirase.

Una fiesta donde, se acoja al Señor con el corazón derramado en amor, donde los niños le hablen… donde las familias se presente ante Él, buscando ayuda, buscando bendición y gracias para sus hogares. ¡Qué hermoso seria! ¡Cuánta alegría recibiría mi Jesús!!

Haría en la Iglesia “Hora Santa” todas las semanas, una vez, por los grupos apostólicos, por los niños, por los jóvenes, por todos… Que Jesús se sienta feliz, contento… sumamente contento porque su pueblo le rinde honor y gloria… porque le busca, porque le ama, porque le muestra que lo necesita, porque siente el calor de su pueblo.

Sacaría a Jesús en caminata por aquellas calles donde más se necesita la Misericordia Divina… pidiendo misericordia para el pueblo ignorante que no conoce al Dios del Amor… que no tiene donde ir a buscar ayuda, a buscar consuelo… pueblo que se pierde la oportunidad de conocer y gustar la amistad con el Dios del Sagrario…

Y en esta imaginación loca sigo tejiendo toda una película de lo que haría si estuviera en las sandalias del Sacerdote de mi Cristo.  Levantaría diferentes guardias de honor ante la exposición perpetua del Santísimo con los grupos de apostolados, con los niños, con las familias, con los matrimonios, con los novios, con los profesionales, con los obreros, con los ancianos solos, con los enfermos que pueden caminar y llegar ante el Santísimo…con todos los que asisten a la Santa Misa. Que la parroquia viva y se alimente a los pies del Sagrario…

¡Oh, sí!...antes de reservarlo tomaría a Jesús en la Custodia y lo pasearía por el medio de su pueblo dejando que lo tocaran, que lo besaran, que le pidieran… que le lanzaran besos… dejaría que Jesús les tocara… a todos, a niños, ancianos, familias, personas solas, enfermos… a todos… que sientan cerca muy cerca al Dios de la Bondad y la Misericordia… ¡Dios mío!!... qué locura la mía.

Le llevaría serenatas al Dios del Sagrario, buscaría de los cantantes que cantan con el corazón para que le dieran hermosas serenatas a mi Señor… ¡Oh Dios mío!!... tú lo sabes todo… tu sabes que era necesario que solo los hombres fueran tus  sacerdotes… y está bien muy bien todo lo que has determinado.

¡Oh mi Jesús!!, la locura me hace delirar… perdón Señor… solo por hoy déjame soñar todo lo que haría si estuviera en las sandalias de tus Sacerdotes…Dios mío… que las almas te  abran sus corazones de par en par para que Tu reines a tu gusto…es solo lo que deseo con toda mi alma.

Desde la Soledad Del Sagrario