viernes, 13 de julio de 2012

Pero hijita si es tan fácil de resolver




Cuando  Nos Desesperamos 


imagen de sor maridel 

Mientras  iba  dando   puntada  tras  puntada  en  los  últimos detalles  de  un
paño del altar que estaba cosiendo para el Santuario de la Mater, mi mente iba tejiendo ideas que venían a mi mente y hacían eco en  mi corazón.

Oh sí… mi pequeño y pobre corazón se agitaba como volcán en acción… el volcán del amor… amor a Dios… amor al prójimo… amor que se siente hasta el tuétano… que como volcán quiere explotar y contagiar a todos… contagiarlos con una “lava” especial que va consumiendo en una fe viva… y claro también va destruyendo el desamor en las almas… porque el amor es una fuerza poderosa que libera, sana, convierte, transforma, renueva, enriquece, provoca felicidad plena, alegría desbordante… el Amor de Dios es así… y solo Dios tiene el poder de hacer y deshacer a su gusto en los corazones. 

Seguía en mi labor dando puntada tras puntada y elaborando en mi mente toda una conversación con mi pequeña hijita que anda angustiada y desesperada en su problema…problema que no es fácil pero que en sus andadas para resolverlo se va enredando mas apartándose completamente de la verdadera ayuda disponible a su alcance…es que yo lo veo tan fácil… que no entiendo porque nos enredamos y cegamos tanto.  

 Oh, Madre es tan fácil dejarnos llevar por lo que escuchamos… cuando escuchamos “tengo fe”, “yo oro y rezo”… cuando no estamos al lado de la persona, tenemos que creer en lo que nos están diciendo… aunque al conocer sus acciones también nos pueden decir lo que sucede verdaderamente en la persona. ¿Esta cultivando la fe como debe en estos momentos? ¿Esta confiando ciegamente en quien tiene verdaderamente la respuesta a su problema? 

Y en estas ideas y palabras que van tejiéndose en mi interior… pensaba si yo la tuviera frente a mi… me sería muy fácil… escucharla, observar todo su lenguaje no verbal para saber si verdaderamente esta por el camino de la solución… si está trabajando con las armas espirituales que debe tener en estos momentos. Oh sí, si Madre mía, me sería tan fácil leer en su lenguaje no verbal por donde va caminando, entender entonces como puedo ayudarla.  

Es que no entiendo, Madre mía, no entiendo porque cuando llegan los problemas que nos tumban, nos sacuden, nos angustia por la inmensidad de la gravedad, por la destrucción de nuestro castillo idealizado quizás, no tenemos el conocimiento claro… que toda prueba sea pequeña o grande, sea como sea, es solo y únicamente un medio para cultivar, desarrollar y acrisolar nuestra fe como un fuego devorador… que nos lanza a confiar ciegamente… TOTALMENTE… en Dios… en la Mater. 

Es que no puedo entender por más que trato y es aquí donde mi corazón se vuelve un volcán espiritual…  ¿Por qué razón nos lanzamos en busca de ayuda humana?… (pedir oración estoy 100& de acuerdo)… que nos digan que ha pasado, que nos digan si se va a resolver o no… que nos den detalles que desconocemos… aunque sean personas santas, de oración, súper católicos… NO… no entiendo porque desviarnos de la fuente verdadera que tiene la solución y el poder a todo…


Tampoco entiendo porque si le hablamos con palabras sencillas, tratando de encaminar el alma hacia la verdadera fuente… las palabras se convierten en un eco pasajero que no tienen la fuerza convincente y motivadora para lanzar al alma a los brazos de Jesús y María… …y aquí reconozco mi pobrísima ayuda… Mater perdóname por no poder ayudarte…como tú deseabas.  

Siento que mi pobre corazon alza su voz para decirte hijita… y a todos los que andan por el mismo camino…

“Que no… que no te desvíes…corre, no una vez sino muchas…muchas veces… corre como si tuvieras “pies de gacela” a los pies del Dios del Sagrario…de ese Dios que tanto te ama, que te espera con los brazos abiertos… con el Corazón llenos de consuelos para desbordarse en ti… que siente ardientes deseos de ayudarte… que quiere ayudarte… que tiene el poder para hacerlo… 

Hijita…humíllate ante su presencia… desahoga tu corazón   sus pies… llora con gemidos desgarradores de un corazón que sufre amargamente y no sabe qué hacer… un corazón impotente… un corazón que solo sabe amar y donarse… deja que tu corazón hable… deja que tus lágrimas se desborden a cantaros… quédate ahí a sus pies… pero quédate confiando ciegamente en su poder… en su voluntad de querer ayudarte… de interesarse en tus cosas…? 


Quédate pero quédate como el leproso que iba llamando a gritos al Señor y cuando estuvo frente a frente de Jesús, se lanzo al suelo, humillándose… reconociendo que Jesús era el único que podía ayudarle… que tenía el poder de hacerlo… y con el corazón en la mano le suplica: “Señor si tu quieres puedes sanarme”…y Jesús le contesta: “Quiero”… y quedo sano… ¡Qué fe tan esplendorosa sintió este leproso que deslumbro a Jesús!..., ¡qué confianza ciega en Jesús!, ¡qué postura asumió  que agrado al Señor!.., ¡que palabras conmovedoras pronuncio que arranco el milagro!… ¡qué hombre tan pobre y a la vez tan rico… porque la fe, la confianza, la humildad, el abandono en Dios fueron las joyas preciosas con que obsequio a Jesús de la Misericordia…he aquí el secreto de cómo pedirle a Dios ayuda. 

Pero también te pido hijita…ve buscando a Jesús en la Santa Misa… comúlgalo… con sed y hambre de Dios… con la necesidad apremiante de llenar tu alma con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y Divinidad,…comúlgalo como quien está al borde de la muerte por asfixia y solo el oxigeno le devuelve la vida… el oxigeno divino es Jesus Hostia… comúlgalo para reforzar tú alma en el divino Amor, en fortaleza, en  sabiduría para perdonar y amar a los que tanto daño te hacen, en la fe y en la esperanza de que la noche de la prueba pasara pronto… regresando el sol esplendoroso de la paz y armonía, del amor y la alegría en la felicidad”  

Esa es la postura que debemos tener cuando la tempestad nos llega… cuando las pruebas nos crucifican… Son momentos para izar la bandera de la fe en todo su esplendor.  

Son momentos para vivir la fe de verdad… SOLO DIOS TIENE EL PODER DE AYUDARNOS… ¿Por qué… por qué?… no ir a los pies del Dios del Sagrario  ¿Por qué no acudir a El día y noche?... cuantas veces se pueda… aun con el pensamiento cuando no se pueda ir físicamente.  

Hija mía… no te desvíes… ve donde Jesús Sacramentado… visítalo, todas las veces que puedas. Entrégale tu problema… CONFIA… CONFIA CIEGAMENTE EN EL… pero si confías ciegamente no busques fuera de la ayuda de la Mater y del sacerdote director espiritual de tu alma… no busques a nadie más… Pide oración a todos los que tú quieras… pero no abras tu corazón a los demás… porque hacerlo es desconfiar de Dios, de su amor, de su ayuda, de su poder. 

Estoy convencida que  nada… nadie…jamás podrá impedir el obrar de Dios cuando el alma le suplica humildemente y con fe viva su ayuda.  

Las puertas del infierno no pueden prevalecer ni hacer daño a quien confía ciegamente en Dios, en la Mater y lleva una vida al gusto divino… Jamás podrá el enemigo socavar los cimientos de una verdadera alma que posee a Dios.  ¿Tratara?... tratara… enviara sus ayudantes… dará dolor de cabeza con sus tentaciones y guerra para destruir el alma… el hogar… la familia… a todos los que están cimentados en el amor de Dios… pero no podrá jamás… jamás…hacer nada si el alma confía ciegamente en Dios, y se abandona al obrar de Dios… esperándolo TODO de Dios… en el momento de Dios.

Recuerda hijita que confiar en Dios es… no  solo dejarle nuestros problemas en sus manos… sino dejarlo trabajar a su gusto… en su forma… en su momento… en su silencio…simplemente esperar con paz..¿imposible de vivir?... en los brazos de la Mater se puede lograr. 

“Oh mi Amado Jesús… adorado Dios de Fuego Eucarístico…te suplico mi amado… concédenos a todos la gracia de vivir convencidos totalmente que Tú estas en el Misterio de la Eucaristía…que habitas en la soledad del Sagrario… simplemente por un divino derroche de Amor te has quedado accesible a todos”



Desde la Soledad Del Sagrario




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