¿BUEN HUMOR?...
O
FALTA DE VIRTUD…
Oh, Madre mía… hoy me he levantado con un pensamiento fijo… el reproche de una amiga sobre mi pequeño comentario hecho por la inquietud de despertar conciencia de lo que es buen humor y falta de virtud. ¿Y quién soy yo para estar llamando la atención y disgustando a quien solo quiere regalar una chispa de alegría que cause una carcajada y un relajamiento en las tensiones diarias comunes y normales en nuestro diario vivir? ¿Por qué tengo que dañar el entusiasmo delirante de bromear con algo tan sencillo y tan normal para la gran mayoría de las personas?
¡Ay, Madre mía!!..., que una entra en problemas
gratuitos… que manía de corregir a los demás…
de intentar tomarlos de la mano y devolverlos por el camino de la santidad… de
querer detenerlos y hacerlos mirar, escuchar y pensar en las palabras y
acciones que están utilizando y en que nada abonan a la felicidad eterna. ¿No es mejor dejar pasar lo que tan claro
percibo como hacen todos los demás? Madre
mía… no puedo… no puedo… moriré con este defecto o virtud de sentir un corazón
de madre… pendiente de los detalles mas pequeños e insignificante de los
hijitos que sin darse ellos cuentan se vuelven defectos que afean sus vidas…
ambas vidas… la interior y la exterior… pero también pendiente de los pasos
agigantados en la virtud de tantos hijitos que me regocijan enormemente y me
llenan de un amor inmenso a mi Padre Dios…
Es cierto que con los hijos que van avanzando en la virtud hay que
proporcionarles herramientas para que sigan progresando… entusiasmándolos con
darse en amor al Amor divino… alcanzando la plenitud de virtud en virtud…
No es forzarlos… no esa no es la idea… la idea es
hacerlos pensar… meditar y llevarlos a tomar una decisión sería en sus vidas… ¿y
qué sucede si quieren seguir en el mismo camino sin deseo ni intención de tomar
en serio acumular tesoros para la vida eterna?
Pues, Madre mía… como toda madre, orar, orar, orar… y esperar la hora de
Dios… en sus vidas. Pero como me conozco tan bien se que volveré al ataque
tierno y amoroso, (con la ayuda de la Mater), en el momento que Dios me conceda… porque una
madre con rosario en mano y con la mirada puesta en los hijos que se desvían…
caminando tras de los hijos, caminando en puntillas para que los hijos no se
molesten…
Me imagino a una madre que ve a su pequeño hijo caminando
desenfrenadamente porque apenas sabe caminar bien y va de lado a lado rumbo a
un precipicio… ¿Qué hace la madre?... sale corriendo a tomarlo en brazos y devolverlo a un lugar seguro.
Pero cuando ese hijo es un adolescente y va caminando
hacia el precipicio de la desgracia… (y no lo acepta porque no ve el peligro, si lo descubriera huirían velozmente del
peligro… que lo puede llevar al hospital, al manicomio, al cementerio y a la
desgracia eterna… ¿Qué hace una madre?
Todo lo que humanamente pueda por devolver la razón a su hijo… por quitarle
las vendas dee los ojos… por sacarlo de ese camino equivocado…
Lo mismo sucede a las almas que han descubierto el amor de Dios y la
necesidad existente de vivir cultivando las virtudes para vivir el amor divino
en todas sus dimensiones… Esas almas pueden sentir el intenso deseo de que
todos… TODOS, los que Dios ama con locura, se decidan a vivir íntimamente la
amistad con Dios, al gusto divino… que todos se decidan por cultivar seriamente
las virtudes en todas su hermosura y belleza para así ir atesorando para la
felicidad eterna que consiste en disfrutar a Dios plenamente.
Viene a mi mente las palabras en el evangelio
donde dice más o menos…”que no se pierde ni una sola de las palabras que pronunciamos…
en toda nuestra vida al oído de Dios”… más o menos porque no recuerdo la cita con
las palabras exactas. ¡Madre mía!… se nos juzgara también por nuestras palabras
y con ello la actitud y disposición que hemos tenido en el momento de hablar,
de pronunciarlas… y con qué facilidad hablamos sin tener la menor preocupación por
conocer que Dios me está escuchando… que mis palabras, poquito a poquito, pueden
ayudar a los demás a perder la gracia del alma… o peor aun la felicidad eterna… ¿no es una locura hablar por hablar sin ton
ni son? Y que mucho nos gusta darle ejercicio a las cuerdas vocales…hablando
sin pensar…
Algo muy sencillo como ejemplo cotidiano. Humanamente
todos nos gusta el hogar, estar en
nuestro rincón, con los nuestros, haciendo nuestras cosas. Pero la gran
diferencia del alma que busca en todo momento cultivar la Voluntad Divina ama todo
lo que hace… lo hace por amor a Dios… he
aquí la gran diferencia… y la fuente de la verdadera alegría…santa alegría
transformante… contagiante…
Un lunes… el alma que busca dar gusto a Dios… se levanta
con ánimo, con entusiasmo, con santa alegría, con deseos de vivir ese día
intensamente aceptando todo lo que venga, bueno o malo, penoso, humillante, o
de gran consuelo… por amor a Jesús… Se prepara mentalmente por amor a Jesús… deja
todo arreglado en casa por amor a Jesús, deja sus niños en la escuela o en el
cuido, enseñándoles, brindándoles motivo y deseos de vivir intensamente ese día
por amor a Jesús…
Desde que nos levantamos damos gracias a Dios por la
gracia tan grande de poseer un trabajo, un empleo… Y ya vamos cultivando virtudes
que nos acercan en gran manera a vivir intensamente el amor de Dios… Tenemos la
virtud de la humildad al aceptar el día como Dios lo permita; de la obediencia
a la Voluntad Divina; de la santa alegría de vivir tu día al gusto de Dios… de
agradecimiento a Dios porque tienes trabajo, estas con vida, un día hermoso
para vivir y disfrutar; de la caridad porque en todo momento vas derramando
amor en todo lo que vas a hacer…de la templanza
porque ya has controlado tu parte humana al levantarte con ánimo y amor solo
por Jesús y disponerte a vivir tu día al gusto divino, porque te controlaras y
mostraras toda la amabilidad, la atención debida, y el servicio necesario a
todos los que te rodearan en tu trabajo.
Hoy es lunes un día más para mostrar el rostro de Jesús a los demás, primero en
casa y luego en el trabajo… he aquí la gran diferencia y la fuente de un
manantial abundante en derroches de santa alegría que nace en lo profundo del
alma y se desborda, (siempre en aumento), al exterior contagiando a todos los
que les rodean.
La rutina, la monotonía del deber diario convertido y transformado
en motivo de vivir siendo testigos del Amor divino da un sazón de buen humor a
la vida diaria que provoca contagio en todos los que les rodean… porque las
virtudes procuradas y vividas por amor a Dios hacen la diferencia… Nadie más
lleno de buen humor que un Santo… nadie hace reír con tantas ganas que la
chispa de alegría que provocan los santos… por ejemplo… un padre Pio Pieltrecina
que hacia reír a carcajadas con su santo y buen humor… (Para mí… un padre Aníbal
Reyes Belén que contagiaba con su alegría y daba gusto estar a su lado).
Madre mía… ayúdame a crear conciencia de la forma más
simple, sencilla y agradable pero con el tacto y la firmeza necesaria… de una
madre que solo desea llevar a sus hijos a puerto seguro… de “regreso a casa”…
la casa paterna… de regreso al Corazón de Dios… y todo lo haga al gusto de Dios…
DESDE LA SOLEDAD DEL SAGRARIO
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