¿HOMBRES DE POCA FE?

¿HOMBRES DE POCA FE?  MADRE mía, ayúdame, que la fe no brilla en mí…como Jesús quiere.

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Jesús se detuvo… los miro fijamente… seriamente… penosamente… y les dijo en tono firme… fuerte…  “Hombres de poca fe”…

Me imagino la escena… me imagino colada entre los discípulos de Cristo… me imagino la mirada de Jesús puesta en mí también… ¡Que reproche!... hace eco en el alma… ¿Cómo no temblar como una hojita ante la fuerza de sus palabras?... ¿ante el doloroso sentimiento de Cristo al confirmar la debilidad de la fe en sus discípulos… en mí?

Oh, mi adorado Jesús mas que molesto estas dolido y no es para menos… bebiendo de tu fuente… escuchando tus palabras… aprendiendo de tus ejemplos… pisando tus huellas… contemplando tu sagrada faz… y aun así… la fe es débil, enfermiza…por momentos agoniza…

Pero si estás aquí en medio de nosotros… pero si te encontramos en cada eucaristía… si te escuchamos en  tu Sagrada Palabra… si nos alimentamos de Ti…

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Si corro a buscarte y te encuentro esperándome en el Sagrario… ¿Por qué Dios mío vacila mi fe? ¿Por qué, Dios mío, no hay una fe brillante… a tu gusto como la que encontraste en la mujer cananea, que tanto gozo y santa alegría te causo sus palabras?

Madre mía… que me detengo en el camino… que mi mirada se aparta de Dios… que mis oídos se llenas del ruido del mundo… que mi voluntad corre detrás de todo menos de Jesús… eso Madre.. ¿es eso? ¿Es eso el motivo de una debilidad enfermiza en la fe?

¿O será Madre mía, que no he abierto mi corazón ampliamente a la amistad con Jesús? Qué me he reservado algo Madre mía. ¿Sera la confianza en mí misma y no en Jesús? ¿Será posible que no confio ciegamente en Jesús y por eso la fe no va en creciente?…Y si es eso, Mater, ¿Por qué no confio?

Ah, ya se, Madrecita… es que comparto con Jesús, pero  aun, no es mi Amigo…porque, madrecita, en los amigos se confía, en los amigos se cree… entonces, madre mía, es eso… no tengo experiencia de amistad con Jesús, por lo tanto no puedo confiar en El plenamente, ciegamente y por ende creer en El.

Ya se Madre… buscare a Jesús en todo momento… le hablare de todo, consultare con Jesús para todo, será mi confidente…mi co-socio en mis trabajos…de ahora en adelante me volveré su sombra… y El será mi TODO… vas a ver Madrecita como mi fe ira en creciente a tal punto que escuchare a Jesús… decirme… “mujer que grande es tu fe”…porque Jesús ha escuchado mi suplica diaria... "Señor... yo creo pero aumenta mi fe en Ti"...

Desde el Silencio del Sagrario

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