domingo, 29 de enero de 2012

En Silencio con Dios


    Pensando En Voz Alta


Imagen de web
                                                                                                    

Estando ocupada en tantas cosas, y cuidando de mi madrecita de 88 años en cama, vuela mi pensamiento a los pies del Sagrario. Pienso en tu soledad… pienso en tu amor… pienso en ese corazon que se desborda en amor… con los oídos de la fe, escucho el susurro de tu voz llamando a tus hijos por sus nombres… Oh Amado mío… quiero vivir abrazada a tus pies ahí en el sagrario… amándote por los que no te aman… llenando de calor el frio del sagrario para que así no sientas la frialdad de mis hermanos que se entretienen lejos de Ti.


Sigo ocupada en mis cosas… atendiendo a mi madrecita… y con el pensamiento fijo en el solitario del sagrario. Hay bullicio en la calle… niños jugando, jóvenes con su música… es domingo. Sin embargo  estas a tres minutos de distancia para todos y nadie se mueven a buscarte, a visitarte.  Oh si, tristeza tan dolorosa se apodera de mi pobre corazon… mis hermanos no se apiadan de Ti… no sienten el quejido doloroso de tu Sagrado Corazon llamándolos, suplicándoles venir para llenarlos con las riquezas de tu ternura, de tu amor. Mi corazon se aflige intensamente… ¿Quién se recordara que el Amor de los Amores esta solo en el Sagrario?  ¿Quién tendrá la delicadeza de llegar hasta los pies del sagrario para conversar contigo?


Mi corazon se queda contigo en el sagrario. Señor déjame entrar para quedarme ahí cerca muy cerca de Ti… y con mi pobre corazon, y mis pobres lagrimas consolarte.


La alegría de saberte tan cerca, tan accesible… ¡Oh sí, mi Señor!!... saber  que estas siempre esperándome… dispuesto a escucharme… enterneces mi corazon…  


Hermanos de mi alma… hijitos de mi corazon… vuestro mayor tesoro reside en el sagrario…Venid, venid… tened una audiencia privada con el Dios del Amor, con Aquel que ha dado su vida por cada uno de ustedes y por mi también.


Desde la Soledad del Sagrario

8 comentarios:

  1. Nada mejor que dejar nuestro corazón descansar en el Sagrario. La pena es que no es fácil en muchas ciudades encontrar iglesia abiertas en los momentos en que podemos acceder.

    Pero cuando tenemos la fortuna, hay que aprovecharlo. Un abrazo en el Señor Sor Maridel :)

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    1. Gracias por sus palabras. En sus oraciones recuérdese de la pequeña sor Maridel que se ha involucrado en esta empresa de la Nueva Evangelización sin conocer, y sin saber pero que el deseo de llevar a las almas a Dios es muy intenso. Nos encontramos en la Eucaristía.

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  2. Éxitos con este proyecto que comienzas. "Agotemos los sagrarios", decía monseñor Moledo, un asesor de la Acción Católica hace unos cuantos años.
    Buen inicio del viaje digital para evangelizar.
    Saludos, desde Argentina
    http://entodoslosmedios.blogspot.com/

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    1. Gracias...gracias...gracias por sus palabras tan consoladoras. No se olvide de mi pequeña misión en la eucaristía.

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  3. Ánimo! en ese Corazón Eucarístico nos encontramos!

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  4. ¡Dios mío y mi todo! ¡Qué maravilla!

    Verdaderamente Dios nos ama. San Rafael Arnáiz, enamorado de Dios, decía, ¿de qué voy a hablar si no es de Dios?

    Para el alma enamorada de Dios encuentra mucha alegría, incluso cuando la sequedad en la oración nos viene.

    Sentiremos pereza en la oración, pero no necesitamos renunciar a esos momentos, porque Dios verdaderamente está más cerca de lo que nosotros podemos imaginarnos.

    Muchas veces el tentador tienta para que el alma se desanime en la oración, y cuando esa alma deja de orar, el enemigo ya no encuentra obstáculo y lo derriba.

    Pero cuando oramos, incluso si tenemos sequedad, la puerta de nuestro corazón se mantiene cerrada al tentador, pero abierta para estar en la conformidad con la voluntad de Dios.

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    1. Cierto, muy cierto. Gracias por sus palabras que iluminan a las almas. Es tan fácil dejarnos seducir por el enemigo de las almas y dejarnos robar la oración… Orar es la puerta para encontrarnos con Dios… orar es ponernos en manos divinas…orar es gustar de Dios… orar es saber a qué sabe Dios… orar es crecer en amistad con Dios...

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