¿Barbies humanas? ¿Ken humano??

Barbies humanas. Ken humano.  ¿Cuál es el motivo que tienen algunos  jóvenes de convertirse en muñecas?  ¿Qué les motiva a entrar en un régimen de dieta, de ejercicios, de maquillaje o más bien de cirugías plásticas para transformarse en una Barbie humana o en un Ken humano??  ¿Qué se pretenden alcanzar con esto?  ¿La atención pública? ¿El sensacionalismo? ¿Aparecer en las primeras planas de las revistas y periódicos? ¿Ser admirada? ¿Ganar dinero?

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Pero aun más, ¿cómo puede ser que estos jóvenes sean aconsejados, apoyados por sus propios padres?  No puedo llegar a entender la razón para una acción  de esta índole. Dejar de ser humanos, de ser ellos mismos para ser una simple “muñeca”.

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Me parece que estos jóvenes, al igual que sus padres no saben cuál es el objetivo de sus existencias. Pienso que no conocen a Dios. Que no conocen por qué Dios los ha creado. Que se pierden de ese mundo maravilloso y gustoso que es la vida espiritual.

Se desperdicia el tiempo tan valioso. Se llenan de fantasías perdiéndose de vivir la hermosa realidad de esta vida como paso hacia la eternidad. De conocer la gran verdad,  que somos hijos de Dios y Dios es nuestro Padre. Un Padre que nos ama tanto y nos ha creado para hacernos feliz para siempre. Que debemos trabajar con entusiasmo, viviendo según su Voluntad Divina, manifestada en su Sagrada Palabra y en su Iglesia.

No puedo evitar sentir una gran pena por estos jóvenes y sus familias. La felicidad no está en convertirse en muñecos humanos… la felicidad esta en vivir la verdad y la verdad está en los que siguen a Cristo de corazon…

Solo queda orar por nuestros jóvenes y por tantas familias que se confunden alejándose de las verdaderas prioridades de esta vida.

<Padre Santo, concédeles a nuestros jóvenes la gracia de buscarte y de encontrarte. Que el bálsamo de tu Divina Misericordia los bañe, los conforte, los despierte, los convierta y los transforme, siendo dóciles a tus inspiraciones.  Gracias, Padre, por todo lo que haces por nuestros jóvenes, por nuestras familias y por toda la humanidad. ¡Bendito seas por siempre mi Dios!! Adorado, glorificado, amado y servido seas por todos, especialmente por nuestros jóvenes y niños.>

Mater. ayúdanos a buscar y descubrir el verdadero sentido de nuestra vida.

La pequeña de Dios

Nota: Acabo de descubrir que muchas de ellas pertenecen a la Nueva Era.