jueves, 10 de octubre de 2013

¿Por qué? ¿Por qué no dejarla? ¿Por qué acabar así?

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 La vecina inmediata escucho todo. La vecina se lleno de angustias y solo supo orar. Se turbo, se lleno de miedo. Los vecinos escuchaban los gritos desgarradores. Dicen que todo fue tan rápido no dio tiempo a nada.

Era tarde… muy tarde para esta familia joven con una niña de dos años. La joven esposa solía discutir día y noche con su joven esposo. La vecina inmediata escuchaba lo mucho que peleaba pues gritaba no hablaba. El joven esposo nunca se le escuchaba decir palabra alguna, no se escuchaba defenderse de las acusaciones de su joven esposa.

Un hogar lleno de infelicidad. Donde el joven esposo no encontraba paz en su hogar pues su joven esposa no estaba conforme con nada de lo que él hacía para la familia.

Su casa humilde pero llena de detalles, bonita, bien construida. Su esposo había tenido buen gusto y delicadeza al hacerla…pero no había felicidad en el hogar. El sol divino no brillaba en medio del hogar que un día se habían decidido formar con tanta ilusión.

No era una pareja de Iglesia. No era costumbre para la pareja visitar la Iglesia, acudir al sacerdote en busca de ayuda. O buscar ayuda en un profesional de la salud.

Ayer el joven esposo cansado de tantas peleas busco la solución más peligrosa para la eternidad. Llego del trabajo y su joven esposa le había recogido toda su ropa para que se fuera del hogar. Fue la gota que derramo el vaso lleno a capacidad. ¿Se cegó?… ¿Dolor? ¿Herido? ¿Cansado? ¿La ira lo invadió? Se escucharon los gritos de la joven esposa que esta vez gritaba por su vida. Se escucharon los gritos de la niña de dos años que todo lo vio. Se escucho el silencio… corrieron a la casa y encontraron a la joven esposa muerta y la niña llorando a su lado.

El joven esposo salió de la casa y cerca muy cerca decidió atentar contra su vida logrando su propósito.  Creyó acabar con la infelicidad de tantos días, meses, años…pero no sabía que podía amenazar su felicidad eterna con sus decisiones.

Nos preguntamos y no encontramos respuesta… ¿Por qué no busco ayuda? ¿Por qué los vecinos no buscaron ayuda? ¿Por qué los vecinos cristianos no fueron a evangelizar ayudándoles a conocer el amor de Dios; llevándoles a visitar la Iglesia; dando a conocer la Palabra Divina; dando a conocer al sacerdote lo que sucedía en el hogar? ¿Por qué la familia no se movió a tiempo?

Dios es Dios. Dios ve en los corazones. Dios conoce lo que no conocemos. Pero qué tristeza que existan familias que terminen así.

Cuando no se conoce a Dios y no se tiene a Dios en el corazón se toman decisiones que sus consecuencias son irreparables.  Cuando el ser humano conoce a Dios, y posee a Dios en su corazón siempre está en disposición de vivir agradando a Dios, y cumpliendo perfectamente la voluntad divina, busca en todo momento conocer sus defectos y trabajar para aumentar las virtudes que vencen esos defectos. Buscan hacer el bien siempre, sacrificándose por los suyos, por los demás con alegría y suma caridad. Matrimonios con Dios en el corazón caminan por senderos de santidad, la alegría en su vida es abundante. Sus hogares están cimentados en la felicidad porque Dios habita en medio del hogar.

Oh, Madre mía, que tristeza inmensa siente mi alma por esta joven pareja que no supieron reconocer la necesidad de ayuda, la ayuda de Dios, la ayuda del sacerdote, la ayuda de los hermanos. ¿Qué será de esta niña de dos años que ha vivido tan dolorosa experiencia? Madre mía, protégela. Regálale un hogar lleno de amor, lleno del amor de Dios, lleno de alegría, donde pueda crecer en un ambiente sano y conocer la verdadera felicidad esa que poseen las almas cuando Dios habita en sus corazones. Gracias Madre por cobijarla, por todo lo que haces por ella.

Madre ten compasión de la familia de estos dos jóvenes. Que esta dolorosa experiencia sea un despertar para todos. Un despertar en deseos y obras de ayudar evangelizando allí, en los hogares donde Dios no habita y sí habita la infelicidad y la violencia.

Misericordia, Dios mío, para las familias que no te conocen. Que puedas llegar a todos los hogares donde urge tu presencia, tu amor, tu comprensión, tu obrar. Padre, confió en Ti, lo espero todo de Ti.

La pequeña de Dios

 

 

 

 

 

 

 

 

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