Publicado el 13/02/2013
Queridos hermanos y hermanas, como saben --gracias por vuestra simpatía- he decidido renunciar al ministerio que el Señor me ha confiado el 19 de abril de 2005. Lo hice en plena libertad para el bien de la Iglesia, luego de haber rezado mucho y de haber examinado mi consciencia ante Dios, consciente de la gravedad de tal acto, pero asimismo consciente de no ser capaz de desarrollar el ministerio petrino con la fuerza necesaria. Me sostiene y me ilumina la certeza que la Iglesia es de Cristo, quien no le hará faltar su guía y cura. Agradezco a todos por el amor y la oración con los cuales me han acompañado. Gracias! He sentido casi físicamente, en estos días, para mi no fáciles, la fuerza de la oración, ...
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